A veces del éxito al fracaso y de éste al ridículo hay una delgada línea. El Barça ha estado apunto de ir de un límite a otro. Ha faltado poco para sufrir una de lasderrotas más duras y , sin embargo, ha tenido la oportunidad de llevarse elpremio gordo. Al final 2 a 1 para los locales, que dejaron escapar vivo alBarça y , a pesar de todo, no cierran todas las dudas con las que llegaron alencuentro.
Y es que el Barça jugó con 10 más de 60 minutos. Fue en esosmomentos cuando mejor jugó. Hasta la expulsión de Adriano, el Barça fue unacaricatura de equipo. No funcionaba nada, con errores en los pases mássencillos, con pérdidas en transiciones hacia el centro que dejaban vendidos alos defensas. Y cuando estos tenían ventaja, se equivocaban de maneraclamorosa.
Los dos goles del Madrid llegaron por dos errores individualesde Mascherano y de Piqué. Algunasocasiones también procedieron de fallos puntuales. Pero era colectivamente dondeel Barça hacia aguas por todos lados, ya que era incapaz de tener el balón y decontener los arreones blancos, que llegan ante Valdés como querían.
Un equipo muylargo, con inferioridad total en el centro del campo, posicionado de formahorrible en el campo, que llegaba siempre tarde a los balones divididos y quepermitía manos a manos en todas las zonas del campo. Eso ante rivales como Di María,Ozil o Cristiano es jugárselo todo a la ruleta rusa. Solo Valdés, con variasintervenciones providenciales, y el desacierto en el remate de los delanterosblancos, en especial Higuaín, evitaron una catástrofe deproporciones inimaginables.
En el minuto 30, el Madrid ganaba 2 a 0( goles de Higuaíny Cristiano) y jugaba con uno más( Adriano fue expulsado por roja directa poragarrón a Cristiano cuando encaraba la portería rival). Tito quitó del campo aAlexis y dio entrada a Montoya. Hasta ese momento, el Madrid tenía más posesión el Barça, llegaba por las dosbandas, Alonso era el amo del centro del campo y Marcelo era un puñal continuotanto llegando hasta el fondo como jugando por el centro.
En ese instante Tito ordenó a Xavi e Iniesta que jugasenmás atrás, con los laterales en su misma línea y Busquets entre los centrales,que estaban unos metros más retrasados. La delantera era cosa de Pedro y Messi. El Barça se ordenó mejor, encontró lapelota y poco a poco alejó al Madrid del área, aunque sin crear peligro.
Así fue hasta que Leo lanzó de forma magistral una falta directa.Ayudado por la mala colación de la barrera de Casillas, el balón entró en laportería, dejando todo abierto para la segunda mitad, aunque fue de milagro, yaque en los dos minutos que quedaban desde el gol de Leo al descanso el Madridtuvo la oportunidad de marcar, ya que el Barça pareció irse a la ducha con elgol.
La segunda parte no pareció ser un encuentro entre unequipo con 11 y otro con 10. El Barça tuvo la pelota más que en el primer tiempo. Quizá debido aque los de Mourinho le cedieron terreno deliberadamente, pero de ser así laestrategia estuvo a punto de salirle mal, ya que apareció Casillas para salvara su equipo.
Salvo un mano a mano a Pedro, que bajó con suavidad un balónlargo de Mascherano y en una acción rapidísima chutó exigiendo lo máximo aIker.
Lógicamente, el Madrid también generó peligro, pero muypoco. Hasta los minutos finales en que el Barça se lanzó a tumba abierta, solouna acción individual de Khedira que se fue de 6 jugadores culés que lodefendían con la mirada y le permitió plantarse ante puerta y solo Valdés evitóel gol y otra de Higuaín que Mascherano salvo in extremis.
El partido terminó con una jugada que reflejó lo que fuela competición. Un sensacional pase de Leo a Montoya, dejó al canterano soloante Iker en el último minuto del encuentro. Iker, con naturalidad, desvió eldisparó como quien se quita una mosca de encima. Esa jugada, como la que lesacó a Messi antes del 3 a 2 de la ida marcaron la Supercopa.
En ambos partidos los locales fueron netamente superioresa su rival. Aún así, ambos equipos se muestran a años luz de su mejor nivel,con multitud de aspectos a mejorar, algo lógico si tenemos en cuenta queestamos en agosto. Algo que no se debe olvidar a la hora de querer sacarconclusiones precipitadas.
No sabéis de la que nos hemos salvado!!!
The Digital Garden.
Daniel Arias
