La vida va cambiando a una velocidad enorme. Lo que hace 5 años era impensable mejorarlo, ahora es un utensilio sin valor en el mercado. Todos los que vivimos en ella nos vamos adaptando casi sin darnos cuenta a todos los cambios que sufrimos a nuestra alrededor.
En el Barça hay algo que sigue igual después de 40 años, a pesar de que las circunstancias hayan cambiado una barbaridad desde entonces. Hablamos de las peñas y del peso que desde las diferentes directivas se les quiere dar en el devenir de la institución.
Las peñas en los años del franquismo y hasta el principio de la década de los 90 tenían una función importantísima. Era la única manera de seguir el barcelonismo de cerca en el extranjero. Era la forma de vivir en clandestinidad el barcelonismo y de difundirlo cuando parecía estar mal visto el serlo. Era una forma de catalanidad y de unión de una forma de vida que sin las peñas era difícil de concebir.
Hoy en día, una persona de Londres puede ir a ver un partido del Barça y dormir esa noche en su casa. O una persona en Japón puede ver sin problemas todos los partidos de su equipo y estar informado de todo lo que sucede en el club al que ama. Por eso, las peñas hoy en día no deben tener la significación que se les da en el club, tanto en el reparto de entradas, como en grupos consultivos, etc.
Dudamos que el Sandro Rosell, de la mano del señor Cardoner quiera cambiar esto. Pero algo se mueve cuando las peñas han recibido, casi clandestinamente, una reforma de los estatus de las peñas para que lo estudien y someter a ratificación el nuevo contenido en los próximos meses.
Las peñas están de uñas. Varías han hecho llegar su malestar, considerando que en verano la posibilidad de estudio y de debate sobre el contenido de los estatutos no es factible. Falta gente para ello y hay escasez de tiempo para poder hacer una valoración y contrapropuesta como se merecería la situación.
Cuando sepamos con exactitud el contenido del mismo podremos opinar al respecto. Aplaudiremos todo lo que sea un encaje de las peñas dentro de la sociedad actual. Nos asustaríamos si se pretende hacer algo similar con lo hecho con el censo de socios del club, en el que se debe reafirmar personalmente la identidad y compromiso en la sede del club.
Pero las formas, como casi siempre en esta junta, no son las mejores. No es de recibo que se reciba en el mes de agosto algo tan sensible. No es una cosa urgente que afecte al día a día del club. Sorprende que alguien que lleva dos años para poner en marcha la Grada Jove, tenga tanta prisa para según que cosas.
No sabéis que poco entendemos a la Junta!!!
The Digital Garden.
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