El mundo al revés. El juego y las ocasiones claras las tuvo un Madrid valiente y ofensivo, el gol lo puso un Barça largo, estrecho y con mucha imprecisión en la transición defensa ataque. Los mensajes que nos llegarán desde la prensa serán al revés de lo que nos llegaba hasta ahora.
En Madrid dirán que jugaron mejor que el Barça y estarán orgullos, cuando vendían que a pesar del juego azulgrana eran líderes. Desde Barcelona venderán que un mal Barça ganó al mejor Madrid. Vamos, el mundo al revés.
Perdonó el Madrid en los primeros 45 minutos de partido al Barça, en los que posiblemente fueron los mejores momentos de la temporada del equipo de Pellegrini que ha ganado muchísimo crédito y que en un mundo normal, debería haber puesto punto y final con el debate sobre su continuidad.
Propuso un fútbol acordé con la grande del Real. La defensa siempre a 40 metros de Casillas, presionando arriba la salida del rival y en los momentos que se hacía con el balón lo jugaba directamente, creando siempre peligro. De ellos fueron las dos mejores ocasiones del primer tiempo.
La tuvo Ronaldo en el 19, topándose de nuevo con Valdés. Una jugada desde la izquierda de Kaka, que se fue de todo defensa que le salió por el camino, se la dejo a Cristiano en perfectas condiciones, pero Valdés estuvo rapidísimo y se tiro encima para dejarle sin ángulo. El chute del portugués choco en el cuerpo de Víctor, terminado en córner la jugada.
Fue otra vez Kaka quien dejo un gol hecho a Márcelo, que se durmió, permitiendo a Puyol rechazar el disparo. La jugada esta vez comenzó por la derecha, moviéndola siempre de primeras hasta que llegó a Kaka, que entendió que habían creado superioridad en la banda y se la puso a Marcelo.
Del Barça poco se puede decir que sea bueno. Busquets era una maquina de perder balones, Messi siempre la pedía al pie y creaba embudo por el medio, ya que Iniesta también se metía en el centro del campo para crear superioridad. Henry terminaba siendo el único delantero que buscaba ganar la espalda de los defensas blancos.
Solo creaba peligro el Barça cuando se asociaban Iniesta y Xavi, que lograban dar continuidad al juego y encontrar el pase vertical. Pero de nada servía, ya que cuando se conseguía Alves centraba nefastamente, Henry no llegaba por falta de velocidad o Keita porque estaba despistadísimo ya que no sabía si quedarse en el medio para parar a Kaka o irse hacia delante para sorprender.
El 0 a 0 del descanso se antojaba injusto, pues el Madrid había tenido dos clarísimas y Casillas no tuvo trabajo. El juego del Barça ahogaba a Busquets que con sus múltiples pérdidas permitía al Madrid lanzar contragolpes , que adquirían mucho peligro porque se producía cerca de la portería de Víctor.
La segunda parte todo el juego comenzó a provocar cosas en el mercador. Con un Madrid más replegado jugando 10 metros más atrás, el Barça dominaba como en él es habitual. Aún así, los blancos la tuvieron, en una internada de C.Ronaldo que cedió atrás a Higuaín, pero de la nada apareció Puyol para solventar la papeleta. Acto seguido marcó el Barça.
Lo hizo Ibra, que justo acababa de salir al campo por Henry. Una jugada colectiva primorosa, generando espacio por banda derecha, donde apareció Alves para ponérsela al segundo palo a Ibra que entrando como un camión la metió a dentro sin que pudiese hacer nada Iker.
Pero cuando mejor estaba el Barça, Busquets cometió su enésimo error en el partido. Corto con una mano tonta un contragolpe del Madrid. Como tenía una amarilla, se fue a casa por dos tarjetas sacadas de manera justa. Con 10, se iniciaba otro partido, en el que el Madrid partía con desventaja en el marcador, pero superioridad numérica en el césped.
Como era de esperar, entró Toure por un desacertado Keita. Intentaba defenderse el Barça con el balón, pero el Madrid volvió adelantar líneas, aunque sin la sincronía de la primera mitad. Pellegrini decidió meter un delantero, Raul por Arbeloa, dejando a Marcelo en el lateral, cuando antes había quitado a C.Ronaldo por Benzema.
No tuvo muchas ocasiones claras el Madrid, y las que tenía eran producto de la alegría ofensiva culé, que atacaba con 4 o 5 hombres, permitiendo que Kaka tuviese espacios para buscar a los puntas. No lo consiguió, pero no por desacierto, sino porque enfrente tuvo a Pique y Puyol que demostraron porque son los mejores defensas del momento. Impresionantes ambos, digno de enseñar su partido en todas las escuelas de fútbol y porque el Barça con 10 jugó como un bloque, todos a una, recuperando el espíritu asociativo que había faltado hasta ese momento.
Al final, el Barça supo aguantar el resultado que le devolvía al liderato, después de un clásico espectacular, en el que ambos equipos jugaron al máximo y en el que quizá, los papeles estuvieron cambiados.
Por ver queda si el Madrid repite el juego exhibido hoy, tanto en actitud como en posicionamiento sobre el terreno de juego. Por ver queda que el Barça consiga arreglar la escasa movilidad que hay arriba cuando juega Messi de falso 9.
Lo que está claro es que ha día de hoy, y con permisos del Chelsea, ningún equipo en Europa es capaz de mostrar el nivel de intensidad y juego que nos han ofrecido hoy Barça y Madrid. Un lujo, y más si acaba ganado el Barça…
No sabéis como hemos sufrido.
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