El frío y la nieve han recibido a la expedición comandada por Pep Guardiola en su llegada a Kazán. Unas condiciones climatológicas adversas que dotan al partido de mañana de más épica, si cabe.
A un horario inusual para todos, (18,30 hrs de la tarde) el Barça saltará al césped ruso con una misiva clara; sumar los 3 puntos para encarrilar el pase a los octavos de final de la máxima competición europea.
La derrota contra el Rubin en casa desvió al conjunto blaugrana de su hoja prevista en Champions. Los más lógico para muchos era que el Barça sumase los 3 puntos ante los rusos y sentenciase el pase en casa ante el Inter yendo de este modo a Kiev con el pase en el bolsillo y a lo sumo, jugarse el primer puesto ante el Dynamo.
Pero aquel partido se perdió y ha provocado que mañana buena parte de las aspiraciones a renovar título pasen mañana por el frío y gélido estadio de Centralniy.
Además, el equipo catalán llega con el mal regusto de boca provocado por el empate in extremis ante Osasuna, lo que quiere decir, que más allá del futuro europeo, el equipo puede quitarse la espina y la amargura del golpe en el Reyno de Navarra.
En un club en el que muchas veces priman más las sensaciones que los resultados, desquitarse de lo acontecido el fin de semana puede ser igual o más importante que el pasar de ronda.
Para asaltar al Rubin, Pep tiene la sensacional noticia del alta de Dani Alves. El lateral se ha recuperado de la lesión antes de lo previsto y mañana apunta a titular. Otro que puede volver al once es Thierry Henry. El galo, ya con el alta desde hace una semana, debe demostrar que todavía tiene fútbol en sus botas y sobretodo, que su compromiso con el club es el mismo que la temporada pasada.
Atentos a la evolución de Henry. Todos sabemos que es un jugador que no acepta de muy buen gusto las críticas y el run-run que suena desde hace días no beneficia en nada al 14. Un par de buenas actuaciones le ayudaría de una manera bárbara. Y que mejor momento para ello que mañana.
Si de algo no tenemos ninguna duda, es que el Barça no se verá sorprendido por el Rubin. La derrota en casa dejó bien claro a todos cuales son los credenciales de los rusos; defensa bien colocada y contraataques rápidos. Pep lo repitió varias veces, el Rubin es un buen equipo de fútbol. Muchos lo tildaron de repetitivo, pero el resultado al final le dio la razón al de Santpedor.
Así que el once que salga mañana tendrá clarísimo cuales son los peligros de su rival y el respeto será el máximo.
Ni un gol de rebote en el minuto 93 ni una derrota en casa en Champions va a hacer que dejemos de confiar en este equipo. Mañana es el momento perfecto para despegar y quitarse de encima los viejos fantasmas que algunos ya están empezando a ver.
¡ No sabéis lo importante que es el partido de mañana!
The Digital Garden
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada