Guardiola cuida todos los detalles, por mínimos que sean. En su afán por mimar la cantera, sugirió a la directiva que la presentación de todos los integrantes de los equipos inferiores tuviese lugar en el Camp Nou. Muchos no llegarán a jugar nunca, pero en el camino soñarán con intentar imitar a gente como Pedrito, que con esfuerzo y paciencia se está haciendo un hueco en la delantera.
Ayer marcó el primero y único de la tarde, en el 31 de la primera. Un auténtico golazo, al más puro Henry del Arsenal. Recibe con la izquierda en el interior del área, se revuelve con una rapidez increíble y con el interior del pie derecho la pone en la escuadra, donde Diego Alves no tuvo oportunidad de atajarla. Ya lleva 4 goles, uno en las 4 competiciones que ha jugado el Barça hasta la fecha. Casi todos decisivos.
Hasta entonces el Barça había ido madurando el partido, frente a un rival que tiró de los manuales más arcaicos del fútbol. El Almería planteó un cerrojazo en toda regla, con marcajes al hombre a Xavi e Iniesta. Como consecuencia, los hombres de Guardiola se hicieron con el balón para pensar como meter mano al rival.
Márquez adelantó la posición, Xavi no paraba quietó nunca pero abandonó la construcción para llegar mucho más, Iniesta se tiro en banda. Para crear superioridad, Messi jugó de mediapunta clásico para elaborar el juego e Ibra caía a bandas. Una vez solucionado el juego combinativo y de posición, las oportunidad comenzaron a llegar.
Xavi tuvo el gol hasta en dos ocasiones. La primera, después de un jugadón de Ibra en el extremo derecho, la envió al palo. La segunda fue un remate de cabeza mal dirigido desde el punto de penalti. Messi e Iniesta encerraban aún más a Almería con sus slaloms verticales. Uno de Mesi terminó con un penalti no señalado por el colegiado.
Con el golazo de Pedro nada cambio. Ni el juego del Barça, ni la racanería de Almería ni los errores del árbitro. Un taconazo sensacional de Pedro, el hombre del parido, dejaba solo a Messi ante el portero. El juez de línea señaló un fuera de juego inexistente. Poco más ofreció la primera mitad, que terminaba con el partido abierto, a pesar de la enorme distancia que hubo sobre el terreno de juego.
En la segunda mitad nada fue igual. El Almería llegaba a través de los interiores, pero sus centros no encontraban rematador. El Barça tocaba, pero al contrario que en la primera mitad, no terminaba nunca las jugadas, dando la posibilidad al rival de armar la contra. Daba la sensación que el Barça había olvidado como meter mano al rival y que el Almería se creyó capaz de la machada.
La sensación fue a más con la entrada de Piatti por Uche. La velocidad de la que había avisado Guardiola en la previa, puso en más de un apuro a los defensas blaugranas, ya con Pique en el eje que dio descanso a Márquez. Para cortar de raíz está sensación, entraron con 15 minutos por jugarse Toure e Kieta por Busquets y Pedro.
No lo consiguió Guardiola y los hombres de Hugo Sánchez cada vez presionaron más arriba, obligando al Barça a hacer más faltas de as habituales. El juego era continuamente interrumpido y a sensación de que el gol del Almería podía llegar en cualquier momento, pero no le alcanzaron las fuerzas para ello.
Terminó el Almería encerrando al Barça en su área y obligándole a pedir a hora al colegiado. A pesar de ello el resultado no se movió y el Barça se llevo los 3 puntos, en un encuentro que ofreció dos caras bien distintas del equipo de Guardiola.
La de la primera parte, donde actuó con intensidad y oficio y pudo sentenciar el partido. La de la segunda fue un Barça lento, pesado, sin ideas ni movimiento. Otro partido más y otra cosa a mejorar. Vienen dos semanas donde Guardiola seguro, le dará vueltas a la cabeza para corregirlas, pues no está ofreciendo el Barça el juego que él busca.
No sabéis como hemos sufrido!!!
The Digita Garden.
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