dijous, 1 d’octubre del 2009

DEMASIADAS CASUALIDADES




 


 


Hace una semana que se destapó el “Olivergate” en el seno de la Junta directiva azulgrana, iniciando uno de los sainetes más inverosímiles que se recuerdan en can Barça, ya que hay muchas incógnitas por descubrir y muchas que  están por aparecer.


Hemos querido hacer una composición de los hechos, para luego reflexionar mejor. Porque a pesar de que se quiere quitar importancia, este hecho ha restado mucha credibilidad a la candidatura continuista de cara a las próximas elecciones. Comencemos.


 


A principios de año, el señor Joan Oliver en sus funciones de Director General del Barça decide hacer una “auditoria de seguiridad” ,con los fondos del club, a aquellos vicepresidentes del Barça que pueden aspirar a la Presidencia ya que entiende que es una manera de protegerlos ante posibles riesgos a los que puedan verse sometidos.


Los 4 directivos investigados(Ferrer, Franquesa, Yuste i Boix) se enteran de que están siendo investigados por el club. El como se enteran es confuso. Laporta dice que “ una vez se disponían de los informes que se recabaron, se me informo. Consideré que se habían de dar explicaciones a los vicepresidentes afectador…”.


En cambio, se ha publicado que Franquesa fue quien aviso al club de que estaba siendo espiado. Entonces Olive tomó la iniciativa de espiarlo a él también y a otros 3 directivos más. Cuando se pregunta si se espió a alguien más o por el contenido de los informes, la confidencialidad es la excusa para no decir nada. A todo esto, el coste es de 56000 euros que salen de las arcas del club.


El asunto se cierra de manera amistosa. No sale a la luz pública, los directivos entienden y aceptan las explicaciones del club y el asunto se archiva debajo de la alfombra, aquella que también tapa los asuntos del pasado…


Pocas semanas después, sale a la luz pública el rumor de que Xavier Sala i Marti quiere presentarse a presidente del club. Sale sin declaraciones explícitas del interesado, al más puro estilo “Globo Sonda”. A partir de ahí, salen cuidadosamente noticias que dañan la imagen pública de Sala i Marti.


 


El Barça gana el triplete y el verano es tranquilo. Los medios se centran en la posible candidatura continuista, los directivos se promocionan, y el asunto continúa sin salir. Pero según lo que están contando ahora, todo el mundo ya había oído hablar del tema.


En estas que a finales de verano, aparece Godall para expresar su interés en ser candidato, después de que dejase bien a finales del 2008 que él no quería ser Presidente y que su ciclo en el Barça no lo entendía sin la presencia de Joan Laporta.


Desde abril al 23 de setiembre se han sucedido todo tipo de noticias relacionadas con que Sala i Marti no es bienvisto entre los miembros de la Junta, que los directivos se han negado a que lidere la candidatura continuista, así como cualquier publicación que resalte los aspectos negativos del economista.


También, durante todo este tiempo, y con el mejor Barça de la historia haciendo leyenda, Laporta fue mostrando su lado más político tomando parte cada vez más en la sociedad civil catalana, dejando entrever que en un futuro puede estar ligado a la política, a pesar de que lo haya negado en reiteradas.


 


 


 


Con el “Olivergate” debajo de la alfombra, se celebra el pasado lunes 21 de setiembre una cena entre parte de la sociedad civil catalana. Esta reunión denominada como “sessions de pà i tomaquet” (sesiones de pan i tomate) la organizada una persona vinculada al grupo zeta y consiste en invitar a un personaje de actualidad para que los invitados le pregunten lo que quieren. Cuando el interrogado no quiere que algo que se diga ahí salga a la luz pública, tiene que levantar un bandera. Lo que diga con la bandera levantada es “off the record”.


El invitado del lunes 21 era Ferrer y entre los presentes estaba el director de El periódico, el señor Rafa Nadal( nada que ver con el tenista, pero si con la política…).Éste le pregunto si era cierto que había sido espiado por el club. Ferrer levantó la banderita y explicó su versión, sin darle la mayor importancia.


El jueves 24, día festivo en Barcelona, aparece en portada de El Periódico la noticia del espionaje. A las pocas horas Oliver celebra una rueda de prensa dando la versión del club, en la que deja bien claro que Laporta no sabía nada del asunto.


48 horas más tarde, Laporta hace las primeras declaraciones al respecto, reconociendo que fue él quien informó a los vicepresidentes de las “ auditorias de seguridad” y que todo es producto de una campaña orquestada contra él por sus pensamientos políticos.


Los últimos episodios al respecto que se han escrito o dicho es una supuesta bronca de Laporta a uno de los vicepresidentes el pasado martes y que o Boix o Franquesa dimitirán antes de la convocatoria de las elecciones.


 


Con todas las cartas boca la mesa y con la tranquilidad y mesura que da el paso del tiempo, intentaremos hacer varias reflexiones al respecto, sin ánimo de pontificar nada, simplemente aplicando algún que otro silogismo que puede ser de utilidad en este caso.


Laporta parece decidido a entrar con fuerza en la política de la mano de Carretero, un ex miembro de E.R.C. Él piensa que es por esto que sale lo del espionaje ahora. Él siempre ha dicho que su sueño es ser Alcalde de Barcelona. Las elecciones de Barcelona son , como mucho, dentro de año y medio. La primicia la da El Periódico, dirigido por el hermano de un conseller de la Generalitat, Joaquím Nadal¿Coincidencia? No lo sabemos.


Laporta siempre había sido claro en sus posturas políticas, pero siempre había dicho que no quería estar ligado a ella una vez deje la presidencia del Barça. Desde abril está más metido que nunca en ella. Desde setiembre se rumorea por la ciudad de que está a punto de salir a la luz un escándalo relacionado con Laporta. ¿Casualidad su aproximación a la política real? ¿Casualidad la publicación del “Olivergate"? No lo sabemos.


Joan Oliver y Sala i Marti son íntimos amigos y tienen una sociedad en común. Sala i Marti no fue “auditado” por el club. El peso de Oliver es cada vez mayor, igual que el de Sala i Marti. Es creciente la corriente de opinión contrarias a estos dos personajes. ¿Casualidad? No lo sabemos.


 


En Barcelona estos días hay noticias de sucesos para dar y regalar. El escándalo del Palau de la Música, el macro juicio por sobornos a altos funcionarios de Hacienda y ahora  el  “OliverGate”.


En un mundo tan oscuro como es la sociedad civil catalana, resulta curioso está coincidencia en el tiempo de asuntos tan escabrosos. Cuesta mucho pensar que sea todo producto de la casualidad…¿ O sí?... No lo sabemos


 


No sabéis que miedo tenemos a la semana que viene…


The Digital Garden.


 



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