dilluns, 1 de desembre del 2008

EL 4-3-3 NO ES UN PROBLEMA




¿4-4-2 o 4-3-3? Ese era el debate abierto durante buena parte del curso pasado. A medida que los de Rijkaard iban acumulando derrotas, gran parte de la hinchada y los medios barcelonistas  atribuían gran parte del fracaso al supuestamente obsoleto 4-3-3. En menos de 2 años, dicho sistema había pasado de ser la suma del Dream Team y el Milan de Sacchi, a transformarse en el más absoluto de los desastres.


 


Qué ha pasado entonces? Era el 4-3-3 tan malo como la mayoría pintaban? En absoluto. Guardiola no ha obrado ningún milagro, simplemente ha cambiado o si nos apuráis, reordenado, la interpretación y ejecución de dicho planteamiento de juego.


 


Jugar de esa manera implican muchas cosas, pero principalmente, el 4-3-3 se sustenta en 2 pilares: la presión y la velocidad de movimientos.


Guardiola ha recuperado estos valores en un equipo que parecía haberlos olvidado por completo. En lo que llevamos de temporada, la interpretación del  4-3-3 se ha acercado a la excelencia que rubricó el Barça el año del doblete.


 


A todos esos valores recuperados, hay que añadirles el toque personal de Pep. Esa rúbrica “guardiolista” queda patentada en aspectos como el jugar con 2 centrales con buena salida de balón, tener a los 2 extremos en continuo trabajo defensivo o en el trabajo de las jugadas a balón parado.


Otra prueba irrefutable de que el sistema no estaba caducado, sino que necesitaba una reforma.


De hecho, el 4-3-3 ha sido la piedra angular de las últimas 8 Ligas conseguidas por la entidad catalana.


Tanto Cruyff, como Van Gaal o Rijkaard, han utilizando del mismo sistema, utilizando, en momentos puntuales, alternativas como el arriesgado 3-4-3, pero en general, parten del mismo punto aunque con diferentes matices.


Incluso entrenadores con vitola de "amarrateguis"como Mourinho o Emery apostaron por el 4-3-3. Eso sí, con valores totalmente distintos a los que el club lleva adheridos en su ADN.


 


El 4-3-3 de Cruyff era mucho más versátil. Hasta la llegada de Romario, el Barça no jugaba con un 9 puro, a pesar de que Stoichkov se desenvolvía con bastante holgura en la posición de striker. De hecho, en la finalísima de Wembley, Hristo era el 11, Laudrup el 9 y Salinas el 7.


Ese equipo sustentado en la libertad que tenían los jugadores. “El profeta” no embutía a sus jugadores en una libreta y de ahí la libertad en el juego en jugadores como Bakero o Beguiristain.


Muchos recuerdan a Cruyff como el predicador del jugar con 3 defensas, pero siempre, en partidos importantes, recurría al 4-3-3. Como muestra, un botón: 20 de Mayo de 1992. Zubizarreta, Ferrer, Koeman, Nando, J.Carlos, Guardiola, Bakero, Eusebio, Stoichkov, Laudrup, Salinas.


 


A posteriori, Van Gaal se erigió como el legado del cruyfismo al maravillar a toda Europa con aquel Ajax vencedor de la Champions en el 95 en Viena.


Una vez en Barcelona, se pudo ver que el 4-3-3 se ceñía a lo que marcaba su libreta. Todo lo contrario a Cruyff, Van Gaal quería que nada quedara supeditado a la improvisación. Ello le costó alguna pugna con estrellas del calibre de Rivaldo.


Van Gaal creía en un 4-3-3 innegociable. Quien era central, jugaba de central, y si él decía que Rivaldo era extremo, el crack brasileño no tenía otro remedio que vivir pegado a la línea de cal.


La aparición de laterales no demasiado ofensivos (Reiziger/Bogarde) y la irrupción de interiores con presencia en el área rival (Cocu/Luis Enrique) fueron señas de identidad de la segunda versión holandesa del sistema.


 


Rijkaard y Guardiola, han dado una vuelta de tuerca al 4-3-3. Conscientes de que el juego ofensivo ha sido santo y seña de la entidad en los últimos 15 años, tanto Frank como Pep han añadido ingredientes tanto de Cruyff como de Van Gaal en sus recetas.


El resultado en el caso de Rijkaard deparó 2 Ligas y una Copa de Europa. Guardiola todavía no ha ganado nada todavía, pero el recuperar a un gigante que dormía en silencio sustentándose en un esquema repudiado por todos, debe considerarse como una victoria.


 


¿Es posible ver mejor fútbol que un 4-3-3 ejecutado de la manera posible?


 


No sabéis cómo nos gusta el juego ofensivo!



Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada