diumenge, 21 de desembre del 2008

VILLARREAL CF 1 - FC BARCELONA 2. EL BARÇA ROMPE LA BANCA DE LA LIGA




 


 


                     Los jugadores del FC Barcelona Thierry Henry (d), Dani Alves (i) y Xavi Hernández celebran el segundo gol


 


En el último partido del año, el Barça dejó la última prueba de la superioridad que hay con el resto de equipos de primera división. En campo contrario, con marcador adversos y, a pesar de lo que vendan algunos, con errores arbitrales en contra, consiguió llevarse los tres puntos del Madrid después de 3 años volviendo de vacío.


No fue el mejor encuentro del Barça de Guardiola. Quizá el de más mérito, porque delante se las vio con un señor equipo como el Villareal, que intentó desde el principio quitarle el balón y jugar sierre cerca de la portería de Valdés.


 


Aún así, la primera ocasión clara de gol la tuvo Henry cuando no se habían cumplido 10 minutos de partido. Un excelente pase de Eto’o, en su única acción brillante, dejó al francés solo delante de Diego López. El balón fue fuera y a partir de ahí se rearmo el equipo local.


Tuvo la pelota, por momentos, más que el Barça. La banda de Alves era una y otra vez el lugar preferido de los amarillos para intentar hacer daño al Barça. Pero todo el acaso no tuvo recompensa, aunque en  un mano a mano claro de Pires, a punto estuvo de adelantar a los locales.


No fue así y el juego volvió al guión del principio. Posesión del Barça, que tenía problemas para encontrar a Messi, y salidas a la contra del Villareal que gracias a Abidal y Puyol no se concretaban en nada más que pequeño sustos para el corazón de Guardiola.


Al descanso el empate era lo más justo por lo visto en el terreno de juego. Para el Barça la imagen no podía ser mejor. Sin que sus dos estrellas brillasen mucho, Messi y Eto’o, tenía el partido donde quería, dando una imagen de autoridad ante un rival que estaba dando lo mejor de sí.


 


Tan bien estaba jugando el Villareal que en el inicio de la segunda parte volvió loco a los hombres de Guardiola. El juego salía de Senna y Pires, Cazorla y Cani ponían la magia y Rossi el peligro. El gol llegó pronto, quizá demasiado para sus intereses. Cani aprovechó muy bien un excelente pase de Rossi, que volvió locos a los centrales cada vez que baja a recibir la pelota.


Por delante quedaban más de 40 minutos. Y en frente estaba el Barça. Sobretodo cuando las riendas del equipo las toma Xavi. ESPECTACULAR  su segunda mitad. Todo el peligro salía de él, se desfondó en las coberturas a Alves y dejo sin aire a Senna, completamente superado por el de Terrassa.


Con Xavi ganándose el sueldo, el Barça se vino arriba. Una tras otra las ocasiones se sucedían. Solo era cuestión de tiempo que el gol subiese al marcador. Lo hizo cuando Keita irrumpió desde la segunda línea para rematar un plátano de Alvés, en otra de sus múltiples incorporaciones al ataque.


 


No aflojó el Barça. Siguió con el pie en el acelerador. Messi estaba perdido, lo mismo que Eto’o, incapaces de hacerse visibles para Xavi. Por suerte para Guardiola, ahí estaba Henry, que quizá hizo su mejor partido como Blaugrana. Con suerte de cara a gol, hablaríamos de un partidazo para enmarcar.


De todas las que tuvo fue a enchufar la más difícil. Un jugadón de Xavi, que se fue de 4 defensores amarillo, terminó en un fabuloso pase de éste al francés. En carrera y con el empeine, alejó lo suficiente el balón de D.López para que entrase en la portería. Lo más difícil ya lo había hecho el Barça. Solo quedaban 25 minutos para consolidar la remontada.


Resultó ser lo más costoso de todo. El árbitro expulsó a Pique. Los espacios a la espalda de los centrales aumentaron y solo la suerte evitó que el Villareal no se llevase algo positivo del partido.


Para que la suerte ayudase al Barça, colaboraron Cáceres y Toure. Ambos salieron desde el banco por Busquets y Henry. El mediocentro estuvo inmenso. Ganó todos los balones divididos y interpretó a las mil maravillas el papel de tercer central. El uruguayo, se sintió como pez en el agua y, con el rival agobiando, sacó lo mejor de sí mismo. En su auxilio , Puyol y Abidal no dejaron de achicar agua.


 


Con el pitido final la alegría en las caras de los visitantes que veían como la Liga, sí la Liga…, está un poco más cerca. Los visitantes satisfechos de haber plantado cara al equipo más en forma de Europa sin necesidad de utilizar armas de equipo pequeño.


El parón navideño no se sabe si es bueno o malo. Cuando llegas en carrera lo mejor es no pararse, porque al arrancar de nuevo, se consume mucho más. Veremos como sube el coche azulgrana la cuesta de enero.


 


No sabéis como disfrutamos con el equipo!!!


 


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