La resaca del partido contra el Real Madrid fue dulce, agradable, con un despertar suave y cómodo. Ver a tu rival presumir de la derrota nos recuerda las veces que hemos hecho lo mismo. Es decir, buscar y rebuscar cualquier escusa para intentar hacer ver a la gente que la derrota no es tal, sino que es un signo de que el futuro que nos espera es mejor que el presente.
No hace falta decir que esa era una actitud equivocada, pero esperaremos a que lleguen tiempos malos para intentar no caer en el mismo error. Lo que si hemos de aprender de las victorias es de la forma que se consigue, para intentar repetir lo bueno de ellas y evitar lo malo de las mismas.
El clásico del pasado sábado tiene varias lecturas muy intereasantes, e inquietantes, de cara al futuro más cercano. La primera es que hay que ir valorando de cambiar de cara a las próximas pruebas a las que se vea sometido el Barça son los penaltis a favor. Sí, somos oportunistas por decirlo ahora y no antes, pero uno se da cuenta de las cosas cuando pasan. Al menos las personas normales como nosotros( los genios se dan cuenta antes, pero no es el caso, no…)
La plantilla tiene mejores tiradores desde el punto fatídico que Messi o Eto’o. Sí, ni el camerunés, ni el argentino dan la tranquilidad absoluta cuando los ves mirar a los ojos al arquero rival. No siempre ha de ser la estrella del equipo quien los tire. Y más si te paras a buscar en la plantilla y tienes a Henry o Xavi.
El primero se ha cansado de tirarlo y marcarlos en el Arsenal y con Francia, dando muestras de tener muchos recursos a la hora de tirarlos. De Xavi decir que es lo más parecido a Koeman que hay en la plantilla. Siempre espera a que el portero este en el suelo para lanzarlos. Si estos dos están en el campo, que los tiren ellos. De no ser así, pues que aparezcan Eto’o o Messi, pero siempre como segunda opción, nunca como primera.
Otra de las cosas que nos llamaron la atención el sábado fue que el planteamiento que hizo el Madrid será el guión de partido que, salvo el Arsenal, van a plantear los rivales que le pueden tocar al Barça en los octavos de final de la Champions League en el sorteo que se celebrará el próximo viernes en Suiza.
Que nadie se lleve a engaño. El Madrid jugó de la misma forma que lo hará el Inter de Mou, el Chelsea de Scolari y el Lyon de Puel en la ida de la eliminatoria. Lo único que hará cambiar el panorama será que en frente estos equipos van a tener más pólvora que la mostrada el sábado por el Madrid.
Haciendo un simple ejercicio de mimetismo, si saliese el mismo desarrollo de partido, la oportunidad que tuvo Drenthe y luego Palanca, la disfrutarían hombres como Malouda, Mancinni o Kallstrom. Eso si el balón no cae a los pies de Drogba, Ibra o Benzema. Así pues, algo habrá que corregir para evitar que Valdés se convierta en un santo.
El último aspecto que nos angustió el pasado sábado fue la dificultad que tuvo el equipo de sacar la pelota desde atrás y hacerla llegar de forma rápida y limpia a los delanteros, una vez que Xavi y Márquez sufrieran un marcaje al hombre durante todo el partido obligando a Puyol y Toure a ser quienes iniciarán el juego.
El sábado los perros de presa eran tipos como Raúl, Gago o Higuaín, que tienen el gen atacante en sus venas. En Champions, los marcadores serán jugadores de la talla de Viera o Zannetti, Deco o Mikel, o Toulalan y Makuon quienes se encarguen de frenar la maquinaría culé.
Bien haría el entorno blaugrana, que lo formamos todos, en no desaprovechar las lecciones que nos dejo el partido contra el Real Madrid. Más allá de discutir la “mezquindad” del juego del Madrid, la supuesta superioridad barcelonista en el juego o la debilidad de Messi ante las patadas rivales, sería conveniente acabar de mirar que piezas impiden que la maquina que conduce Guardiola sea perfecta.
No es que este lejos de serla, pero no lo es. Y a finales de febrero jugaremos contra rivales que de tener un día como el que tuvo el equipo el sábado te hacen un siete y te apartan del sueño de Roma.
No sabéis que cerca tenemos la perfección y que poco hacemos para alcanzarla!!!
The Digital Garden.
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