dimecres, 22 de desembre del 2010

EL PROBLEMA DE ROSELL




 


El primer semestre del mandato del señor Sandro Rosell en el F.C.Barcelona ha terminado. Lo ha hecho con una rueda de prensa de más de una hora donde ha tocado la gran parte de los temas que han ido saliendo en este tiempo. Formalmente, está opción es la mejor vía por la que se puede comunicar un Presidente.


Del mensaje que ha trasmitido poco o nada destacable. Podríamos aplaudir la asunción de culpas en relación a la política de comunicación del club. También podríamos criticar duramente su falta de cintura y desproporcionada crítica a Johan por decir que los jugadores de la cantera y en especial Messi deberían hablar en ingles, porque ni es un insulto ni es una falta de respeto.


Si nos gustaría hacer un balance global de sus primeros 6 meses en la presidencia.  No negaremos que la gran parte de las medidas que se han adoptado son totalmente contrarias a la forma que tenemos de entender el club. Pero por esas ideas salió elegido y es lógico que las cumpla y por eso no nos centraremos aquí en comentarlas.


Nos centraremos en hablar del mensaje que una y otra vez se desprende de todas y cada una de las apariciones de cualquier miembro de la Junta Directiva. Que se resume en lo siguiente: “La directiva de Jan Laporta ha dejado el club al borde de la ruina y ellos han llegado para salvar al club.”


Aún estamos esperando que desde el club se de las gracias a quien corresponda por haber recibido la herencia deportiva que están disfrutando y que, según sus propias palabras, les está haciendo la vida más fácil. Porque es tan herencia del Laportismo la deuda como el equipo


El revanchismo no puede ser el motor que haga girar a esta  Junta directiva, ni el pasado lo que justifique acciones presentes. Y varias de las decisiones más importantes de estos seis meses han sido razonadas y fundamentadas en base a ésto.


Porque hay mil formas de explicar, de alabar y de presumir el acuerdo con la Qatar Foundation, pero una de ellas no es el recurrir a  la deuda, ni a la mala gestión anterior, ni a las bondades de Catar. Ni tampoco lo es el votar en blanco  en la decisión más importante socialmente hablando del club, argumentando  que es el papel del Presidente del Club el abstenerse.


Hoy ha reconocido Rosell que tienen un problema de comunicación. Lástima que haya entendido que eso significa que tiene que aparecer más en los medios. Porque ese no es el problema. El problema es, básicamente, no saber  escoger bien ni lo que se quiere decir, ni como , ni cuando.


Y si aparece más Rosell el problema se multiplicara si sigue en la misma línea. A nosotros nos parece estupenda la forma que han escogido para dar al socio información de lo que sucede en el club.


Una vez por semana una rueda de prensa donde el portavoz del club explica de que han tratado en la Junta Directiva. Cuando hay una decisión importante sale el directivo responsable del área afectada y el Presidente para explicar y dar detalles. Se evitan las charlas en la calle y a vuela pluma, que son propicias a dar una imagen equivocada y decir algo que no conviene. Más intervenciones no arreglarían los problemas actuales.


Porque estos son importantes. Mucho diríamos. Es incomprensible que el Presidente Rosell diga que la nominación de tres candidatos al balón de oro sea como una Champions y el club solo monte una foto  con los jugadores y  un balón, todo sin la camiseta del Barça. Es inexplicable que después del lío de Pamplona todo se resuelva con un comunicado escrito. Es inexplicable que se repita una y otra vez que del patrocinio sirva en primer lugar para pagar nóminas. Así, podríamos estar días.


De este primer semestre del señor Rosell y sus directivos destacaríamos entre sus logros los fichajes de las secciones de fútbol y de básquet hechas en el mercado de invernal. No son caras y aportan calidad( Afellay y  Ingles). La imagen institucional ha mejorado y la preocupación por la economía es buena.


En el debe, pondríamos el “provincianismo” de muchas de sus decisiones, el revanchismo desmesurado que desprenden de sus mensajes, la poca capitalización que se está haciendo de la marca Barça(más allá del asunto Qatar) y la ineficiencia en la elección de las vías de comunicación.


Le quedan 11 semestres más a Rosell. Ahora dirige un transatlántico lleno de gasolina, con viento a favor y sin oleaje. Pero parece que tiene muchos agujeros por donde entra el agua. Hará bien el señor Rosell en ser consciente que se el Barça se dirige mejor así, tal y como está, que con un barco sin gasolina navegando por mares con oleaje y el viento en contra.


No sabéis como esperamos que nadie nos diga antibarcelonistas!!!


The Digital Garden



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