El Barça vive el mejor momento deportivo de su historia. Los títulos y la admiración que está despertando el estilo de juego de los de Guardiola están llenando de prestigio el nombre del club.
Pero a parte de los trofeos colectivos, el Barça está siendo el dominador de los galardones individuales. Como prueba, tenemos a Messi, Xavi e Iniesta como los 3 finalistas para conseguir el Balón de Oro. Algo que tan solo había conseguido el Milan de Sacchi años atrás.
Perfecto escenario deportivo, inmejorable, diríamos que hasta irrepetible. Escenario que el Barça debe saber aprovechar más allá de la faceta futbolística. El legado de Laporta , tan criticado por algunos y tan en entredicho por otros, ha dejado en el club ,entre otras , cosas una política de marketing muy interesante.
La mayoría de clubes basaban sus acciones de publicidad e imagen en base a fichajes de megacracks, apoyados por las marcas que los visten. Sin ir más lejos, el Madrid de Florentino en su primera etapa, fichaba cada verano a una súper estrella con la intención de vender camisetas y conseguir beneficios extras mediante camisetas y giras asiáticas.
El Barça empezó con una política similar con el fichaje de Ronaldinho, pero a medida que pasaban las temporadas, el Barça se iba haciendo un hueco en el corazón del resto del mundo gracias a su juego, a sus títulos y a su filosofía de club. La gente se hacía del Barça atraída por ese juego ofensivo y supersónico acompañado de todos los títulos habidos y por haber. No han sido necesarias inversiones millonarias para ganarse la admiración del resto de continentes.
Como guinda, llegó el acuerdo con UNICEF, muy criticado al principio pero que ha demostrado que fue una decisión acertadísima( se llegase a ella como se llegase). Se paga por llevar las siglas de la ONG, pero la retribución que se percibe por ello es mucho mayor de lo que se paga anualmente. Una solución ingeniosa que puso al Barça en la vanguardia de la solidaridad y que le permitió ganar beneficios en forma de publicidad y marketing.
Hablamos de esto porque hoy el diario Sport habla de la posibilidad de poner publicidad en la camiseta del primer equipo. Nosotros nos oponemos rotundamente. El logo UNICEF es un orgullo, un prestigio del que no se debe privar de buenas a primeras.
Si la anterior directiva tuvo una solución tan acertada y efectiva, lo mismo le pedimos a la actual. Un presidente que precisamente se dedicó al marketing debe proponer ideas alternativas a la de poner sponsor comercial en la camiseta. Esa es la decisión fácil y sencilla.
Es por eso que ahora más que nunca, se debe aprovechar el tirón comercial que tiene el Barça en el mundo. La nominación de los 3 pequeños para el Balón de Oro, la consecución del Mundial por parte de España con 8 blaugranas en sus filas o las exhibiciones en el césped en formas de 5-0, deben servir para encontrar nuevas vías de ingresos totalmente alejadas al de sustituir el slogan solidario por uno totalmente lucrativo.
Encontrar esa solución es ahora mismo, mucho más fácil que hace 10 años.
¡ No sabéis lo que nos gusta llevar UNICEF ¡
The Digital Garden
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