Al final de la temporada del triplete, se penaba que pasarían los años y que nadie podría jugar igual que como lo hizo el Barça tricampeón. Ahora, después de estas últimas 6 semanas, nos damos cuenta que estamos equivocados. Una nueva exhibición del Barça, que ganó a La Real Sociedad por
Ayudo al espectáculo el equipo donostiarra, que desde el principio intento proponer su fútbol valiente, atacando por las bandas en rápidas transiciones. Pero enseguida se vio que ante el estado de forma en el que está el Barça no hay nada que hacer. En cuando cogió la pelota, se acabó el partido.
Daba igual que el primer gol tardase casi 20 minutos en entrar, pero el Barça asediaba a su rival, encerrándolo en su área. Lo hizo con Messi jugando lejos de la portería, juntándose con Xavi, Iniesta y Pedro. Las bandas las ocupaban Villa y Alves. Por la derecha fue por donde vino el primer gol.
Una jugada con múltiples toques, que cuando llegó a Messi aceleró el ritmo. Le puso un pase milimétrico a Pedro, quien en diagonal entro por la derecha para ponérsela en bandeja a Villa, que a puerta vacía no perdonó el primero. En jugada similar llegó el segundo.
De nuevo una obra de arte de la combinación y el fútbol combinativo. Esta vez fue Iniesta quien cambió el ritmo, y tras una pared con Pedro se plantó solo ante Bravo y le batió por el palo corto, culminando un rondo gigantesco de los blaugrana que volvió loco a los defensas visitantes que perseguían sombras.
Destacar algo de la primera mitad del Barça es difícil. Porque los 11 jugadores estuvieron sublimes en sus funciones. Pero lo más anormal era ver como el triángulo encargado de sacar la pelota lo hizo a un nivel altísimo cuando no estaban ni Pique ni Busquets. Abidal, Puyol y Mascherano no fallaron ninguna entrega y sorteaban la primera línea de presión visitante con una facilidad pasmosa.
Con lo visto en la primera mitad había suficiente para poder decir que se había disfrutado de un espectáculo grandioso. Pero debió parecerle poco a Leo. Cogió el balón a 50 metros de la portería. Decidió llegar a la portería haciendo paredes con Alves y lo logró. Combinando con el brasileño, llego hasta Bravo y marcó. Un golazo más para la cuenta de Leo.
Con 40 minutos por jugarse y los tres puntos en el bote, Guardiola comenzó a pensar en el partido contra el Espanyol. Dio entrada a Busquets, Bojan y Keita por Mascherano, Xavi y Pedro. Solo animó el partido la entrada de Tamudo, que recibió toda la irá del Camp Nou, quien también comenzó a calentarse de cara al derby.
El Barça pasó los minutos tocando y tocando, pero sin la velocidad de la primera mitad, Tampoco presionaba con la misma voracidad que entonces y eso se noto y mucho, ya que Bravo apenas sufrió. Y es que con lo que ya se había visto sobraba para irse satisfecho a la cama.
Pero con Messi en el campo siempre puede haber alguna sorpresa. Se inventó un paseo en paralelo a la línea de gol, evitando hasta cuatro defensas y sacándose un disparo hacia donde no llegaría ningún portero. De nuevo, un golazo. Cerró la noche Bojan, con un gol de perseverancia e insistencia.
Disfrutemos mientras dure. El Barça ganará cosas en el futuro, habrá equipos que logren los records y resultados que está consiguiendo este equipo. Pero nos cuesta mucho imaginar volver a ver sobre el terreno de juego algo parecido a lo que ofrecen estos jugadores.
No sabéis cuanta baba se nos ha caído!!!
The Digital Garden
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