Cuando la pelota no rueda el Barça sufre muchísimo. Se debe ver como el único momento en el que se le puede hacer daño y se aprovecha unas decisiones del club surrealistas, una temeridad irresponsable a la hora de viajar para tirar porquería sobre la imagen del club y dar rienda suelta a toda clase de conspiraciones. Pero todo termina cuando el balón se pone en el círculo central. Hoy, con el 0 A 3 , los de Guardiola consiguen más de tres puntos.
No fue el mejor Barça, pero si fue un Barça competitivo, capaz de correr tanto como el rival, de poner la pierna tanto como el rival, de soportar y superar el ambiento en contra creado durante todo el día. Si le sumamos el tradicional fútbol control, tenemos una versión blaugrana que fue superior a su contrincante.
Eso da más méritos al partido de Osasuna. Salió a morder arriba al Barça, tuvo el balón cuando pudo e intento mantener la defensa lo más adelantada posible. Las primeras ocasiones fueron suyas, aunque la más peligrosa fue gracias a un error de Valdés en una cesión. Durante los primeros minutos domó al Barça.
Pero a medida que las piernas de los culés se fueron soltaron, controlo el ímpetu local y se hizo, como de costumbre, con el balón y con él llegaron las ocasiones. El gol llegaría después de una jugada de Messi quien encontró a Pedro, que solo delante de Ricardo ponía al Barça por delante en el marcador.
Acto seguido una nueva jugada entre ambos, pero con los papales cambiados, terminó con el balón en el palo, Pero a pesar de todo, Osasuna no bajo los brazos, se sobrepuso y sacó la defensa de su área, volviendo a cortocircuitar la circulación en el centro del campo blaugrana.
Al descanso se llegó con 0 a 1 a favor del Barça, pero nadie tenía la sensación de partido acabado. En el Reyno de Navarra los partidos hay que cerrarlos para poder estar tranquilos. Y con esa intención salió el Barça desde la reanudación, aunque no acertó a marcar pronto el segundo y el Osasuna se fue creciendo.
Las posesiones del Barça cada vez tenían menos peligro y las de Osasuna, aún sin poner nervioso a Valdés, si que lograban terminar casi todas las jugadas. El escenario iba camino de convertirse en lo que quería evitar Pep en la previa. Llegar al final del partido con el aliento rojillo en el cogote.
Pero en esas que un pase en profundidad de Villa para Leo que en una carrera de 40 metros, sin rivales que sortear, se plantó solo delante de Ricardo y devolvió la tranquilidad a los culés. En la jugada y minutos posteriores se demostró que si el Barça es el mejor en ataque estático, al contraataque también lo es.
Osasuna tiró de casta, aún presionó más e intento meterse en el partido. Con tantos espacios, el Barça pudo ampliar la distancia en el marcador, aunque faltó precisión en los metros finales para que así fuese. Aunque el objetivo ya se había conseguido y, a pesar de los imponderables, el Barça había demostrado la autoridad de un equipazo.
Osasuna ya dejó de creer y el Barça se dedicó a dejar pasar el tiempo. Con todo, en una jugada también a la contra Messi entró en el área y Sergio le hizo penalti, que transformó el argentino, poniendo fin a cualquier posible esperanza que pudiera tener la afición local.
Seguro que cuando en la previa Guardiola predijo dificultades no pensaba que iban a estar en tensión desde las 9 de la mañana hasta las 10. Más de 12 horas para obtener 3 puntos y aprender una lección. Lo que ha pasado durante el día de hoy merece una explicación mucho más convincente de la dada por el club, que de parecerse a la realidad sería el reconocimiento de un amateurismo en la gestión impropia de un club como el Barça.
No sabéis cuanto tiempo hemos jugado el partido!!!
The Digital Garden.
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