divendres, 10 de desembre del 2010

PRISIONEROS DEL PASADO




 


 


Resulta difícil no caer en la demagogia para comentar la rueda de prensa que ha ofrecido hoy Xavier Faus para anunciar el acuerdo alcanzado entre el Fútbol Club  Barcelona y Qatar Foundation, que aportará al club 165 millones de euros desde ahora hasta el 20 de junio de 2016, en lo que se ha vendido como el mejor contrato de patrocinio del mundo del fútbol.


No negaremos que usamos a menudo la demagogia como argumento de debate. Nos gusta y hasta la encontramos sana. Demagogia no es más que el uso de unos argumentos escondiendo otros, pero siempre usando parte de verdad. Pero queremos intentar huir de ella para comentar lo que supone una de las noticias más importantes de la historia del club, aunque nos dan ganas de usarla y de ser muy duros con el espectáculo perpetrado hoy por Faus, en el que ha debido pensar que las personas que le escuchan  no son inteligentes, por decirlo suave, a raíz de sus argumentos.


Porque si en su día se vendió como una de las decisiones más trascendentes del club la alianza con Unicef, lo de hoy supone que por primera vez en la historia de la institución se cobrará por  poner un logo en la camiseta del primer equipo de fútbol. Después de múltiples debates a lo largo de los últimos 30 años, Rosell ha sido el primero en atreverse con ello.

Hay que reconocer que las cifras son escandalosamente buenas para el club. Supone una inyección económica importantísima que permitirá sanear las cuentas del club. En tiempos de crisis asegurarse unos ingresos hasta el 2016 tan altos es para estar contentos y no sufrir tanto por las arcas del club. Pero ahí se acaban los aspectos positivos de la decisión. Al menos para nosotros.


Si enumeramos todos los aspectos negativos del acuerdo podríamos alargarnos demasiado. Pero todos convergen en un punto. Y es que  nos parece que se pierde parte importante de uno de los  hechos diferenciales del Barça. El no cobrar por llevar publicidad y pagar por llevar el Logo de Unicef ha hecho al Barça reconocible en el mundo entero.


Hasta el 2006, cuando el club solo tenía una Copa de Europa, si uno viajaba por el mundo y decía que era del Barça  siempre le comentaban sobre el estilo de juego,  Johan y el catalanismo del club. Nadie se había parado a pensar en lo de la camiseta. Antes de ganar la tercera Champions, lo de Unicef era siempre motivo de orgullo cuando se salía al exterior.


 



 


Nos preguntaríamos cuanto valdría la camiseta del Barça hoy sin lo de Unicef. Nos preguntamos cuanto valdrá en el 2016 después del acuerdo alcanzado hoy. Nos preguntamos si los acuerdos comerciales a los que llegue el Barça van a ser tan potentes como lo hubiesen sido sin el  acuerdo. O sea, ¿valdrá más la marca Barça dentro de 4 años que en el 2010?


No es malo llevar publicidad en la camiseta. Faltaría más. Pero si es malo desperdiciar un aspecto que ha hecho diferente al club respecto a los demás y que nadie podía reprochar. No es lo mismo no llevar nada y poner un logo para ganar dinero, que poner un logo al lado de algo que era la envidia del mundo.


Por último no nos gustaría acabar sin hacer mención, aunque sea superficialmente, a la rueda de prensa de Faus y a los argumentos que han comenzado a difundir la escolta mediática de la Junta. Y nos costará ser breves, ya que lo que hemos oído en boca del Vicepresidente económico del club es uno de los espectáculos más hipócritas y llenos de cinismo de la historia del club( y eso que ha tenido de Presidente a alguien como Gaspart).


No es verdad que sin el acuerdo el Barça no pueda retener a sus estrellas. No es verdad que Catar sea una Monarquía flexible y tolerante. No puede ser que se escandalicen porque se nombre a Johan como Presidente de Honor sin consultar al socio y tomen una de las decisiones más importantes de la historia del club sin presentarlo en el programa electoral. No hace falta vender a Rosell como un superhéroe capaz de conseguir que Brasil gane el mundial de fútbol del 2002 y hacer que Catar organice un mundial de fútbol. Podríamos seguir, pero no queremos extendernos demasiado.


Se puede defender el acuerdo sin mencionar a Laporta como el causante de la decisión ni mencionar a Uzbekistán. No hace falta que todas las decisiones tengan un aire revanchista. Encuentren otras vías para defender sus gestiones, ya que de lo contrario la discusión se desvía de lo importante…¿O es eso lo que buscan?


En los próximos días hablará Rosell. Será difícil que no caiga en contradicciones. Durante estos cinco años en los que ha hablado de todo y han hablado todos por él ha dicho muchas cosas que no encajan con la decisión tomada. Faus ha suspendido en el intento de parecer coherente. Rosell lo tendrá difícil, pero esperaremos a ver.


Más allá de eso, nos gustaría que nos hiciese ver como el Barça será más fuerte en el futuro con el acuerdo que sin él. De eso se trata al fin y al cabo, no de demonizar al pasado para justificar tus pasos en el presente.


No sabéis como nos cuesta entender a la Junta!!!


The Digital Garden

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