Después de 3 años de ausencia vuelve al Camp Nou uno de los equipos que con más cariño son recibidos por el público barcelonista. La Real Sociedad se reencontrará con un escenario que es casi como su segunda casa en el mejor momento de la temporada, exhibiendo un nivel de juego altísimo.
En pocos partidos de los que se llevan de Liga la Real no ha sido fiel a sí mismo. Casi siempre ha jugado con velocidad en las acciones, con contundencia en defensa y con una valentía propia de un equipo grande. Y lo ha hecho sin grandes cambios respecto al equipo que ascendió el año pasado a la Liga BBVA.
Para aquellos que digan que la clave de la diferencia entre el Barça y el Madrid con el resto de equipos está en el reparto de los ingresos por televisión, La Real es un claro ejemplo de que no es así. Ha sido capaz de tutear a equipos con más del doble de presupuesto y puso las cosas complicadísimas al Madrid, que consiguió ganar pero fue uno de los pocos partidos en los que su rival fue superior.
Por eso Guardiola ha advertido de la dificultad del partido. Para ganar el Barça tendrá que ofrecer la mejor versión. Esto es, la que lleva deleitando a los aficionados durante el último mes y medio, en el que cuenta sus partidos por goleadas y ha conseguido que Valdés apenas aparezca.
Pero esto último será difícil. Y se lo consiguen los hombres de Guardiola, será un enorme logro. No es que La Real sea el Milan de Sacchi, pero si es un equipo conjuntado, ordenado, con velocidad en las bandas y clase en el medio para mover la pelota y encerrar al rival en su propia portería.
Pep solo tiene las bajas de Jeffren y Milito, ya que Bojan ha conseguido recuperarse a tiempo de su golpetazo del pasado martes. Podría volver a poner el 11 de gala, aunque a Guardiola no le guste que así lo llamemos. Pero no sería extraño que Pique se quedase en el banquillo para evitar una amarilla que le privaría de jugar el derby contra el Español.
Porque aunque no lo parezca, Pep ha nombrado al Espanyol en varias ocasiones. Lo hizo hace una semana después del Osasuna, lo hizo después del partido de Champions y lo ha hecho hoy. Es una prueba durísima y un reto para los de Guardiola que llevan año y medio sin ofrecer su mejor versión contra los pericos.
Sin ella no se ganará en Cornella ni contra La Real y no se conseguirá llegar al parón navideño como líder. Pero más importante que eso es ver de nuevo al equipo jugando como lo viene haciendo desde finales de octubre. Bonito partido para lucir por última vez el escudo de Campeón del Mundo de clubs en la camiseta.
No sabéis que ganas de ver a La Real tenemos!!!
The Digital Garden.
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