Todavía segregando baba del espectáculo del lunes se nos presenta una nueva jornada de Liga con un sábado de alto voltaje.
El Barça visita uno de los estadios más duros y difíciles de la Liga: El Reyno de Navarra. Un campo en el que no vale ir a medio gas, en el que si arrugas la pierna en el último momento el balón lo pierdes seguro y en el que la afición aprieta de lo lindo.
Una piedra de toque perfecta para un Barça que trata de olvidar a marchas forzadas el clásico para volver a la realidad más inmediata y no caer en la tentación de relajarse.
Decimos que es una prueba ideal por varias razones.
Primero porque las condiciones climatológicas serán muy adversas. La ola de frío polar no ha sido benévola con Navarra y ha inundado el estadio del Osasuna de una espectacular capa de nieve. Parece ser que el partido no peligra, pero el frío y un césped en malas condiciones son dos factores prácticamente asegurados.
En segundo lugar, la misma idiosincrasia del rival no da opción a relajarse. Ya hemos comentado que Osasuna históricamente ha sido un rival difícil de batir en su estadio. Sus jugadores saldrán a morder y a plantear un partido más físico que técnico. Si sales descentrado, lo normal es que pierdas.
Y en tercer lugar son las palabras de Pep Guardiola hoy en la rueda de prensa Para muchos meará colonia, pero para nosotros es un excelente motivador. El míster ha aseguro hoy que el partido en Pamplona “será una prueba para saber si podremos ser campeones”.
Y no podemos estar más de acuerdo con esta frase. De nada habrá servido el 5-0 si se ceden puntos y el Madrid empata o supera al Barça en la clasificación.
La prueba es ver si el equipo sabe mantener un año más la tensión competitiva independientemente del campo en el que se juegue. Sin ir más lejos, hace 2 años, en la temporada del triplete, el Barça ganó sudando tinta por 2-3 pero demostrando un hambre voraz y sobreponiéndose a una remontada de Osasuna que levantó el 0-1 marcado por Eto’o.
Es por eso que el partido de mañana es igual o aún más importante que el clásico del lunes. Será un perfecto examen para evaluar donde tienen la cabeza los jugadores; si en el karma de la manita o si ya han vuelto al suelo que pisamos el resto de los mortales.
¡ No sabéis lo duro que será el partido ¡
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