dijous, 16 d’octubre del 2008

FISIOGARDEN: MÁS VALE PREVENIR...





Como ya hemos comentado en otras ocasiones, la fatiga muscular es uno de los principales factores de riesgo ante una lesión, y por ello, toda la prevención posible para combatirla es poca. Con la llegada de Pep como entrenador, esta prevención ha ido en aumento, y no solo para centrarse en ejercicios de relajación para la recuperación de fibras musculares y el sistema musculoesquelético en general. Los servicios médicos del club cuentan una exitosa máquina, la “OmegaWave”, capaz de identificar el riesgo de lesión que corre un jugador antes de un partido.


¿Cómo funciona la “OmegaWave”?


 Esta máquina consta de diez sensores, todos ellos conectados a un ordenador, con el fin de medir, evaluar y regular una serie de variables capaces de determinar el riego de lesión del jugador. Entre las variables estudiadas destacan:


La capacidad aeróbica del jugador: el ejercicio aeróbico es el ejercicio muscular leve o moderado que está por debajo del nivel que produce acidosis metabólica (estado en el que aumentan los ácidos de los fluidos corporales o se pierde bicarbonato). Así pues, la capacidad aeróbica valorará el nivel de ejercicio que puede soportar un jugador sin producir acidosis metabólica.


La capacidad anaeróbica del jugador: el ejercicio anaeróbico es el ejercicio muscular que requiere producir acidosis metabólica (en el ejercicio la acidosis se produce cuando la oxidación tiene lugar sin oxígeno suficiente) debido a la acumulación de ácido láctico (el ácido láctico es el responsable de la existencia de agujetas). Para entendernos, el ejercicio anaeróbico es aquel ejercicio en el que hace falta utilizar “reservas de oxígeno extras” para realizarlo. Así pues, cuando un jugador ha sido sometido a ejercicio aeróbico durante un largo periodo de tiempo, y, dado la fatiga y el esfuerzo, necesita una “fuente de energía extra” para realizar un último esfuerzo, el ejercicio practicado hasta el momento deja de ser aeróbico y se convierte en anaeróbico.


El nivel de ácido láctico: Cuantificar el nivel de ácido láctico, informa del riesgo que corre el jugador de padecer agujetas y con ello, estar sometido a tensión muscular y cansancio. La tensión muscular dificulta recobrar la elasticidad normal de las fibras, y con ello aumenta el riesgo de lesión.


El grado de oxigenación del músculo: El grado de oxigenación informa sobre la irrigación del músculo y con ello, de su capacidad de recuperación.


El grado de fatiga muscular: La fatiga es la pérdida de capacidad de los tejidos para responder a los estímulos que normalmente provocan contracciones musculares u otras actividades. Las células musculares generalmente requieren un período de recuperación tras la actividad llamado periodo refractario, durante el cual reestablecen sus niveles de energía y excretan sus productos metabólicos de desecho. Conocer el grado de fatiga muscular informa sobre la capacidad o incapacidad, según se mire, de responder ante un estímulo, así como el riesgo de lesión ante tal hipotético estímulo. Cuanta más fatiga, más posibilidad de padecer una ruptura fibrilar o una distensión de ligamentos por ejemplo.
Para informar sobre el grado de fatiga muscular, ‘OmegaWave’ cuenta con un indicador formado por tres luces:


Luz verde: indica la inexistencia de fatiga muscular; en este caso, el riesgo de lesión es bajo


Luz ámbar: indica que la fatiga muscular es moderada; aún así, es importante tomar precauciones a modo de ejercicios extra para relajar las fibras o descanso.


Luz roja: en este caso, la luz indica que la fatiga muscular es alta y por ello, es imprescindible tomar todas las precauciones posibles; el riesgo de lesión es máximo.


¿Es “OmegaWave” un método infalible?


Por supuesto, este “aparatito” no es una máquina de la verdad infalible. Puede detectar cierto riesgo de lesión pero no es suficiente para hacer una buena prevención.
Así pues, la “OmegaWave” es un indicador más a tener en cuenta, y una útil herramienta de trabajo facilitadota de información privilegiada a la hora de trabajar en los entrenamientos. La opinión del equipo médico siempre prevalecerá sobre los resultados que proporciona la tecnología, y por supuesto, la opinión del propio jugador también debería hacerlo. Utilizar de forma inteligente esta novedosa “bola mágica” puede ser la clave para que, esta temporada, el Barça demuestre, de nuevo, ser el mejor equipo del mundo.


No sabéis lo que nos procupa la salud de los jugadores!


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Enlaces:


 La ITV del Barça, en Sport.es


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