Los policías solo desenfundan el arma en caso de supervivencia. En derecho, todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. En el mundo culé, ante cualquier novedad se deberá mirar con desconfianza y temor. De entrada, todo lo desconocido será malo hasta tener la prueba de lo contrario.
Maradona ha dicho que respetará el pacto verbal al que llegó la directiva del Barça con el presidente de la AFA en el mes de agosto y que permitió que Leo Messi jugase con su selección los Juegos Olímpicos de Pekin. Todo lo dicho desde la (auto)designación de Maradona como seleccionador Argentino queda en saco roto.
No es una crítica a nadie en particular, sino a todo el mundo culé en general . Sin ir más lejos, nosotros teníamos confeccionado un artículo de opinión partiendo de la premisa de que Maradona seleccionaría a Messi para el partido contra Escocia el 17 de octubre, obligándonos a buscar otro pretexto para nuestro artículo.
Y que mejor que intentar sacar una provecho de nuestro error. Error compartido por todo los barcelonistas. No puede ser, no debe ser, que tengamos tanto miedo a los cambios. En psicología, se diría que el seguidor culé tiene muy poca inteligencia emocional.
La historia está llena de ejemplos en los que la reacción del barcelonista ante una época de cambios ha sido la de poner palos a las ruedas, haciendo más difícil que los nuevos proyectos llegasen a buen puerto. La cultura del “patirem” ha hecho demasiado daño al club como para seguir con ella.
Diferentes teorías sustentan que ante cualquier acción o tarea que se vaya a desarrollar tendrá más posibilidades de realizarse bien si se afronta pensando que finalizará positivamente que no si se toma desde un lado negativo y pesimista.
Intentémoslo todos. No puede ser que ante cualquier modificación del escenario inicialmente previsto, corramos todos a santiguarnos para que no suceda una catástrofe. Prevenir es curar, ponerse la tirita antes de la herida no lo es. Si lo hacemos, a parte de ayudar al Barça, seremos un poco más felices.
DECISIÓN FRENADA
OnaFM ha dicho que Laporta tenía pensando antes de la Eurocopa vender a Xavi para comprar al Arsenal a Cesc. Dando por buena la noticia, lo primero que se nos viene a la cabeza es un…UFFFF!!!
En el deporte, una casualidad te puede llevar a lo más alto de la élite, quedando en el olvido los motivos por los que estas en ella. Florentino Pérez, se vio “obligado” a fichar a Zidane porque no había sido capaz de sacar a Mendieta del Valencia por 50 millones de euros. De haber conseguido sacarlo de Mestalla, Zidane nunca habría jugado de blanco.
Cambiar a Xavi por Cesc más dinero era una temeridad sin precedentes, propia de un hombre que se encuentra en un abismo. Así se encontraba Laporta a finales de junio. Por suerte, o por las razones que sea, se tomaron las decisiones correctas. Y es que de haberse hecho efectivo el cambio, los perjuicios para el Barça serían mayúsculos.
De entrada, la presión que hubiese tenido que soportar un chaval de 21 años habría sido tremenda. Después, los dos jugadores tienen roles distintos. Dentro de vestuario, sería mal visto como se premia llenando el bolsillo de un “tránsfuga” más que el de un hombre fiel como Iniesta.
Los riesgos eran infinitos y los márgenes de beneficio muy reducidos. Por no decir que el barcelonismo de Cesc es, como poco, dudoso. Nos alegramos que, nuestros ojos, no hayan visto ese trueque…Lo ves, otra vez poniéndonos en lo peor en una situación de cambio…
¿Tenemos remedio?
No sabéis como nos gustaría tenerlo!
The Digital Garden
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