Cuando un equipo da por perdido de antemano el partido hay que temerlo más que nunca. Aito con sus declaraciones victimistas puso toda la presión al Barça, intentando liberar a los suyos para que jugasen más sueltos. El Barça por su parte, en la previa quiso llenar el Palau, pero no consiguió. Estuvo más cerca Aito de conseguir su propósito, pero tampoco lo logró.
Aún sin el ambiente esperado, el Barça dominó los dos primeros cuartos, pero la ventaja de más 7 al descanso era demasiado poco para lo que podía haber sido, ya que Unicaja solamente anotaba desde la línea de tiros libres y el acierto del Barça desde los 6,25 era letal. Pero el nerviosismo de los de Pascual metió a los malagueños en el partido.
En el primer cuarto, de la mano de Grimau, el Barça cogió las primeras ventajas en el marcador. El juego blaugrana era como siempre exterior, cosa que posibilitó que los hombres de Aito solo hicieran 6 personales en los dos primeros cuartos. Descansando en defensa, N’Dong era una pesadilla en defensa.
Con ajustes y ayudas defensivas, secó el Barça la principal vía de anotación de Unicaja. Entonces, ya en el segundo cuarto, apareció Basile con 3 triples seguidos para hacer oscilar la diferencia siempre en los 10 puntos. Todo lo fiaba el Barça en el tiro de 3 y hasta 6 hombres habían anotado como mínimo 1 al final de los dos primeros cuartos.
En esos instantes pudo sentenciar el Barça el partido. Pero no lo hizo. Unicaja anotaba de 1 en 1, pero el Barça con pérdidas incomprensibles de balón daba oxígeno a los visitantes, que gracias a dos excelentes acciones de Cabezas se iba con solo 7 puntos de desventaja al descanso(45-38).
El 1% de posibilidades de ganar el partido que preveía Aito estuvo a punto de hacerse realidad. El inicio del tercer cuarto el Unicaja tuvo la oportunidad de matar al Barça y no lo hizo. Mientras el Barça regalaba ataque tras ataque, en decisiones pésimas de sus jugadores, Unicaja fue incapaz de escaparse en el marcador, su máxima ventaja fue de dos puntos a 45 segundos del final del tercer cuarto.
No sirvieron de nada los 15 minutos de descanso, y el Barça siguió perdiendo balones como en el final del segundo cuarto. Tiros absurdos de tres, penetraciones sin sentido, y pases sin tensión. Todo lo que malo que se puedan imaginar hizo el Barça tras la reanudación. Por suerte, los de Aito no veían el aro.
Así el último período comenzó con el Barça dos arriba( 59-57 ) y la sensación general de que le había perdonado la vida. Los triples del inicio del partido que le dieron una amplia ventaja ya no entraban y vivía de los tiros libres de Navarro, ya que Andersen estaba siendo muy bien defendido.
Nada cambió, y el partido era un cumulo de despropósitos. Solo Grimau era capaz de sostener al Barça con acciones de casta en defensa quien permitió al Barça mantener la igualdad en el marcador. Fue él quien con sus robos, facilitó las cosas a a Andersen y Basile para pusieran de nuevo al Barça por delante. En el Unicaja Archivald, excelente en todo el partido, hizo el trabajo de N’Dong y sostenía a su equipo en las dos canastas, ya que intimidó todas las penetraciones locales y cerraba el rebote defensivo.
El partido fue igualado hasta el final. Tanto que hubo prórroga. Unicaja tuvo balón para ganar el partido antes, pero no acertaron con el tiro final, ya que a N’Dong le temblo la mano cuando estaba defendido por Navarro a dos metros del aro. La sacó fuera y el triple lo marraron. Suerte, porque Cabezas es especialista en ese tipo de lanzamientos. En la prórroga el mayor fondo de banquillo inclinó la balanza. Al final 86-78.
Urge, pero muchísimo, cambiar la dinámica del equipo. Los 3 partidos contra Unicaja han sido lamentables. Así, sin excusas. Lamentables. Se ha podido perder los 3, ante un equipo mermado de dos titulares. Ante el TAU y mostrando este nivel, lo más seguro será ver otro 3 a 0. Esperamos ver al Barça del mes de abril.
No sabéis lo poco que nos gusta ganar así!!!
The Digital Garden.
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