En la época en que vivimos, que un deportista trascienda mucho más allá del entorno de su disciplina es lo más normal del mundo. Lo hemos vivivo todos con C.Ronaldo, y lo vemos cada día con gente como Woods, Nadal, Phellps y hasta con Jordan, retirado ya.
Pero si nos trasladamos a la España de la postguerra, entrando en la segunda mitad de siglo XX, cuando apenas las familias tenían un trozo de pan para comer, imaginarse una estrella del nivel de las antes citadas era algo tan impensable como internet, los móviles, o la cirugía laser.
Pero llegó Kubala y todo cambio. Y de qué manera. Por fortuna, el Barça tuvo la suerte de ser el equipo que lo acogió y beneficiarse de su presencia, tanto futbolísticamente como socialmente.
El club al inicio de los 50 era uno de los más poderoso de Europa, habiendo ganado la Copa Latina, con el gran Cesar como estrella. Al sumarse Kubala en sus filas, el potencial subió exponencialmente , consiguiendo formar uno de los mejores equipos de la historia. Hablamos del Barça de las cinco Copas.
Ese equipo, con Kubala como estandarte, ganó el triplete de la época. Liga,Copa y Copa Latina, hablamos del año 52. El año siguiente, consiguió de nuevo el doblete nacional, algo que solo había conseguido antes el Ath. Bilbao en los años 30. Desde entonces, nadie ha ganado Liga y Copa dos años seguidos.
Para llenar el museo con 5 copas, 4 ligas, 2 copas de ferias, 1 copa latina, entre otras muchas, se ayudó de un físico privilegiado. Fue el primer gran atleta que jugó al fútbol. Fuerte como un roble, tenía una capacidad de resistencia no vista antes, capaz de defender y atacar al mismo tiempo.
A esto, se le unía una imaginación increíble. Hizo jugadas que no se habían visto antes. Incorporó las paredes con el pecho, los taconazos, las bicicletas, y todo el repertorio que ahora vemos partido sí, partido también, y que antes ni siquiera los cómics lograban plasmar en sus viñetas.
Evidentemente, ante tanta clase junta, y justo cuando oleadas de inmigrantes llegaban en tren a Barcelona desde toda España para ganarse la vida, la masa social del club se multiplico al mismo ritmo que lo hacía la fama de Kubala. Les Corts reunía cada partido más de 50000 personas .
Pronto se vio, que de continuar en Les Corts alguna tragedia sucedería tarde o trempano, ya que la gente se las ingeniaba como fuese para colarse, con lo que la capacidad del campo se sobrepasaba continuamente. Alrededor del 1954, se comenzó a pensar en construir un estadio nuevo.
Esta idea cristalizó un día de la Merce, en 1957. El 24 de setiembre de ese año, el Camp Nou quedaba inaugurado, siendo capaz de acoger a más de 100000 personas, justo las necesarias para que todos los incondicionales del mago húngaro saciaran la necesidad de disfrutar de sus hazañas.
Justo en ese momento, su fama fue mucho más allá del deporte, rodando varías películas y spots publicitarios, acaparando las portadas de las revistas del corazón de esos años, y siendo el protagonista de múltiples amoríos con las modelos y actrices estrellas del cine español. Fue el primer icono del fútbol español, tan venerado por su fútbol como por su guapura y elegancia fuera de los terrenos de juego
Desgraciadamente, y por causas que ya todos hemos hablado en multitud de ocasiones, el club se frenó deportivamente con su retirada, en el año 62, no pudiendo llevar trofeos al museo al mismo ritmo que se hacía con él, que pudo ser mucho más grande de haber compartido vestuario con Di Stefano, pero eso es otra historia y otro mito inmortal, aunque de nuestro máximo rival.
Al Barça se le reconoce en el mundo entero por 3 cosas. Una la comentaremos próximamente, la segunda por su identificación con el catalanismo y su trabajo en divulgarlo y tercera es por tener la 2ª maravilla del mundo del deporte como es el Camp Nou. Y esto se lo debemos a Kubala, que fue el gran artífice de la construcción del templo del barcelonismo y, por consiguiente, de todo lo bueno que de él y en él hemos logrado.
No sabes cuánto se te quiere todavía, Laszi!!!
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