diumenge, 19 de juliol del 2009

PROS Y CONTRAS DE UN "CAMBIO" DE ESTILO





 


Si se consuma la llegada de Ibra, el Barça cambiará su forma de jugar, la misma que le ha permitido ganar 3 Ligas y dos Champions en 5 años. El cambio no es radical, pues la idea esencial del fútbol se mantiene, pero se incorporarán nuevos matices, y se perderán algunos pilares.


Ibrahimovic es el delantero más diferente a Samuel de los que buscaba el Barça. Villa, Forlan, Torres, Benzema, son, con algún que otro detalle, jugadores similares a Eto’o. Solo Adebayor y Llorente eran como Ibra, pero no han sonado este verano. Asi que, aventurándonos muchos, nos gustaría dibujar que pierde y que gana el Barça con este cambio, más allá de los simples números.


 


LO QUE PIERDE


Siempre se ha dicho que la clave del éxito del Barça es su presión, capaz de ahogar la salida del balón del equipo rival, recuperando muy cerca y recorriendo muy pocos metros para lanzar el ataque. Hasta la fecha el 9 era quien se encargaba principalmente de esa tarea.


Siguiendo en las tareas defensivas, el 9 caía muchas veces a banda, más para frenar al lateral rival que para crear peligro. En los momentos que el equipo estaba muy atrás, era solo Messi quien se quedaba delante, estando todo el resto muy juntito, imposibilitando que el contrario encontrase espacios para mover la pelota.


A Ibrahimovic no le vemos capaz de hacer todo este trabajo, pues no lo ha hecho nunca. No es que sea un vago, aunque al hablar con aficionados interistas que lo ven día sí y día también nos dirían que lo es, pero su físico no le permite derrochar la energía que dejaba Samuel, ni la actitud sin balón es la misma.


 


Ofensivamente, los centrocampistas del Barça están acostumbrados a los desmarques continuos a la espalda del rival, y asea desde la banda o desde el centro. Con Messi pidiéndola al pie, Samu y este año Henry eran quienes buscaban los caminos que imaginaban Xavi e Iniesta.


Ibra es un jugador de perfil totalmente diferente, más de pedirla al pie que al hueco, aunque está temporada con Mou ha ganado mucho en este aspecto, pero no es jugador de 30 desmarques por partido. Además, hay que tener en cuenta que Samuel ha jugado mucho partiendo desde la banda y sabía como encontrar la pelota que le mandaban los pequeños.


Como Ibra no ha jugado casi nunca en banda y se nos hace difícil verle haciendo lo que Eto’o desde el puesto de 7, creemos que no se verán los continuos movimientos de posiciones entre los delanteros que tan loco volvían a las defensas rivales y de lo que tanto provecho ha obtenido el Barça.


 


LO QUE SE GANA


Pero no todo es malo, ni mucho menos. Con la incorporación del sueco, Guardiola obtiene unos recursos que no se veían en el Camp Nou desde la marcha de Patrick Kluivert, jugador del cual Guardiola siempre ha confesado una gran admiración y que ve en Ibra su reencarnación.


Lo que más aportara el sueco es la opción de salir de la presión con un balón largo, esperando que lo baje y a partir de ahí iniciar el juego ofensivo, ya que hasta la fecha la incapacidad de Eto’o en el juego de espaldas anulaba esta vía atacante, teniendo que confiar en la salida de balón de los centrales, permitiendo tal vez que uno de ellos no sea un dechado técnico (aunque viendo la confección de la plantilla no van por ahí los tiros).


Una vez se tenga el balón, con Ibra el juego combinativo del equipo alcanzará , o podrá hacerlo, límites quizá nunca vistos en el fútbol moderno, ya que estarán en un mismo equipo los dos mejores centrocampistas creadores del mundo, el mejor 9 del mundo jugando de espaldas, un Messi que cada día entiende mejor el fútbol y un Henry que cónsul experiencia sabe dar lo que necesitan sus compañeros.


Los rondos se pueden hacer interminables, y los extremos ver como de repente, le llegan balones del delantero centro en unas condiciones mucho mejores que hasta ahora. Además, se pueden generar pasillos para la llegada de los hombres de segunda línea, que quizá tengan más oportunidades que hasta la fecha.


Otro de los aspectos donde el Barça se verá beneficiado exponencialmente sus recursos es en los tiros de larga distancia. Samuel no tenía un mal disparo, pero no era frecuente verle marcar de lejos. En cambio, Ibra puede hacerlo de falta, o de jugada, siendo famosos sus chutes de más de 30 metros.


Por último, los centros desde la banda de Alves, o los córnes de Xavi encontrarán en Ibrahimovic un buen cabeceador, aunque no extraordinario, pudiendo además aportar mucho defensivamente, ya que Eto’o no podía encargarse del marcaje de las torres rivales, aunque no este muy acostumbrado el sueco a ello.


 


 


Todo esto son juicios de valores a priori. Es arriesgo aventurar como saldrá beneficiado el equipo con este cambio de matiz al estilo de juego. Nosotros confesamos que  no  no gusta esta modificación de un modelo que ha venido funcionado en el último lustro y que ha llevado muchos títulos en el museo.


Lo vemos como algo muy arriesgado, y que puede poner en peligro la base del éxito, la presión asfixiante  al rival. Ojala estemos equivocados. Por fortuna queda menos de un mes para comenzar a soñar con los rondos que se pueden iniciar a partir de Ibra.


 


No sabéis que ganas  tenemos de ver a Ibra…si ficha.


 


The Digital Garden.


 


 



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