dimarts, 14 de juliol del 2009

MANERAS DE TRATAR LA HISTORIA




                             


  


El FC Barcelona es considerado por todo el planeta como uno de los clubs más grandes del mundo futbolístico. Así lo atesora su historia, sus raíces, su estilo y por supuesto, su nutrido palmarés.


Además, el Barça es un equipo globalizador. Sus numerosas peñas extendidas a lo largo y ancho del globo terráqueo y el infinito numero de aficionados colocan al club catalán como uno de los equipos con más solera del mundo.


 


Todos los valores y activos que han hecho que tanta gente se identifique con el azul y el grana quedan a veces, un tanto empañados por la principal enfermedad que esta centenaria institución padece: la autodestrucción y el excesivo espíritu crítico.


 


Por todos es sabido y conocido de sobras la facilidad con que este club, sin aparente motivo y de manera unilateral, sin que nada ni nadie, lo empuje al precipicio.


El entorno barcelonista es por idiosincrasia crítico hasta la extenuidad. Cualquier personaje relevante en la historia del club ha estado o estará en el ojo del huracán en alguna ocasión. Personalidades como Núñez, Cruyff, Kubala o hasta el mismísimo Guardiola han sido constantemente objetos de polémica. La masa social siempre ha tendido a dividirse sin aparente motivo. O se es de Núñez o de Cruyff. O de Suárez o Kubala. O de Eto’o o Ronaldinho.


¿Alguien de fuera puede llegar a entender esto?


 


Cuando uno sale al extranjero y visita algún estadio o museo, de lo único que se siente envidia es por el respeto que se tiene a todas las personas que han ayudado a hacer grande al club por el que han luchado. Anfield tiene a Shankly dando la bienvenida a los aficionados que van a Anfield y Old Trafford está custodiado por un Matt Busby de acero dignificando así su importancia en la historia de los Reds.


En cambio, bien sea por el carácter propio del pueblo catalán, más bien frío y distante que por ejemplo el inglés o bien sea por otros factores que no llegamos a alcanzar, al Barça siempre le ha costado dignificar a los mejores de su historia.


¿Acaso Cruyff no fue igual de importante para el Barça que Busby para el ManU? ¿Y Núñez no fue igual de relevante que Bernabeu para el Madrid? Por supuesto que si, pero tanto ni en el ManU ni en el Madrid, nadie ha dudado del papel que ambas celebridades desarrollaron en sus respectivos clubes. Nadie pone ni un punto ni una coma a sus éxitos. Son mitos.


 


Sabemos que no podemos conseguir nada a través de este humilde blog, si queremos mostrar nuestra más profunda tristeza por ver como el propio aficionado y socio desprestigia de manera sistemática la trayectoria de un jugador, presidente o entrenador en concreto. El extrapolar el Barça a otros ámbitos de la vida social han ayudado a cometer este pecado que se postula como un lunar en el ADN del club.


La exagerada trascendencia que se le da al Barça llevándolo más allá de lo meramente futbolístico ha generado argumentos de todo tipo para infravalorar los goles de Eto’o, los títulos de Cruyff, la gestión de Núñez o el proyecto de Laporta.


Eso no pasaría si se les valorase como protagonistas individuales en un contexto 100% balompédico y no en contextos enmarcados por los celos, la política o por motivos puramente personales.


 


La historia es pasado pero en un momento en concreto fue un presente que hizo felices a mucha gente. Nos gustaría que alguna vez, se acabasen las divisiones y los debates entorno a gente que en otros sitios, serían poco más que dioses.


Pero lo sabemos, lo que pedimos es totalmente imposible… pero …..


 


¡ No sabéis lo que nos gusta soñar!


 


The Digital Garden



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