La distancia que separa al Barça eterno de las 6 Copas a un Barça terrenal es muy pequeña, muy delgada. Gracias a la suerte, se eliminó al Mallorca en Copa y al Chelsea en Champions, cuando todo parecía perdido. Pero para que la suerte te sonría hay que buscarla y una vez se encuentra, quererla.
Durante toda la temporada pasada, el Barça la buscaba día sí día también, incluso cuando no la necesitaba. Jugaba igual fuese quien fuese el que estaba delante. No tardó mucho en encontrarla y ya no la dejo escapar. Podía perder o empatar, pero siempre lo hacía de la misma manera y a través del mismo camino.
En esta temporada, la suerte parece que nos este dejando de proteger, pero no por ella, sino por nosotros. A pesar de habernos echado una mano en algunos momentos delicados, lo cierto es que no hemos sabido mantenerla a nuestro lado. Y es que en algunos momentos, hemos sido descorteses con ella.
Momentos como la primera mitad en Tenerife, o partidos como los jugados contra el Xerez o el Español, o los muchos momentos de aburrimiento que ha habido en lo que llevamos de curso son tenidos en cuenta por la suerte.
Porque ésta quiere que se la busque se la necesite o no, se la vaya a usar o no. Porque la suerte existe, vaya si existe, y condiciona, vaya si lo hace, a favor en contra muchas de las cosas que más queremos.
Contra el Sevilla nos hemos dado cuenta de su poder. Mejor tenerla siempre de nuestro lado. A pesar de ser caprichosa en algunos momentos, no lo es. Siempre está del lado de quien mejor la trata. Pongamos a e ello.
No sabéis como nos ha costado encontrarla!!!
The Digital Garden.
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