La Copa no se tira. Lo que podría ser una perogrullada, es de vital importancia dejarlo claro ahora, justo cuando la competición se decide. Casi más que por el Villarreal, los jugadores fueron preguntados por la importancia que se le da en el vestuario a la competición copera.
Uno detrás de otro contestaron lo mismo. Y es que según explicó Puyol al Mundo Deportivo hace unos días, “de todas las finales, la de mejor ambiente fue la de Copa”. Por lo tanto, los espectadores que mañana acudan al Camp Nou verán como sus hombres salen a por todas, más allá de si hay o no muchos titulares.
No será fácil el camino para repetir la final. En frente espera el Sevilla, un equipo grande que llega en el peor momento de la temporada. Con bajas por lesión y la Copa de África, que hace que solo dispongan de 14 jugadores profesiones para el encuentro.
A pesar de eso, Guardiola ha querido dar la razón a Del Nido, cuando afirma el presidente sevillista que la plantilla que preside es la mejor de España, aunque el mister culé ha dicho “de las mejores de España”. Como siempre, el respeto al rival es lo que predica Pep, aunque en esta ocasión es bien cierto.
Porque a pesar de las múltiples bajas, el Sevilla puede presentar un equipazo, con tal velocidad delante que puede hacer mucho daño a la defensa blaugrana, sobretodo si, como se presume, Abidal y Puyol no son de la partida, ya que del resto la velocidad no es su punto fuerte.
Es por eso que más que nunca, el equipo debe defender muy junto, con mucha fuerza en el medio y moviendo la pelota rápido y con precisión para evitar las contras del Sevilla. Si tenemos en cuenta que ni Toure ni Keita estarán, se antoja clave el papel de los “nuevos centrocampistas”.
Y es que si las rotaciones que se intuyen se llevan a cabo, Pep probará con Chygry de pivote y con uno o dos canteranos que jugarán de interior, por lo que será para todos una prueba de fuego. Y para que no se quemen, los delanteros deben apretar mucho y la defensa muy junto a sus centrocampistas.
El partido tiene los ingredientes de un partidazo. A pesar de las ausencias de ambos conjuntos, es de los mejores partidos que se pueden ver en Europa y que de no ser por la hora, seguro que el estadio estaría a reventar.
Pero hay cosas que se hacen con los pies. Y es que en vísperas de Reyes, a las 22.00 seguro que habría menos audiencia que el día 6 a cualquier hora, cuando los niños y padres de éstos ya hayan abierto los regalos y puedan ver sin problemas el partido. Porque seguro que muchos no lo verán por tener que hacer las compras de última hora. Pero, bueno, esto ya deja de ser fútbol.
No sabéis como nos gusta la Copa!
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