A pesar de recordar una y otra vez durante todo un año la dura herencia económica que ha heredado, lo cierto es que Rosell en su primer año se ha servido de la extraordinaria herencia deportiva que le dejó la anterior junta deportiva para firmar un primer año glorioso en lo que a títulos se refiere.
Este aspecto es el más importante y por el cual se le rendirán cuentas a Sandro Rosell al final de los 6 años de mandato. Ha tocado muy poco en materia deportiva y lo que ha tocado lo ha hecho con acierto, aumentando siempre el potencial de las secciones y manteniendo el nivel en algunos puestos.
La elección de Zubi como Secretario Técnico es un enorme acierto por el continuismo que significa. La confianza mostrada con Pascual y Creus en el baloncesto ha permitido salvar con creces un año en el que las lesiones han lastrado al equipo. En las otras secciones se ha mantenido la línea marca y se han cosechado triunfos, y pueden caer más, que harán pequeño el Museo.
Hay un pequeño marrón y es la destitución del entrenador de hockey en contra de la opinión del secretario técnico de la sección. Si alguna sección se puede permitir el lujo de no ganar nada es está, pero no para el Presidente que saltándose los consejos que le daban destituye al técnico en el año que no gana nada. ¿ Mensaje para los demás? Como mínimo inquietante.
Las decisiones más transcendentes de un presidente son la elección del entrenador y secretario técnico en cada sección. De momento, no ha tenido que decidir mucho pero ha acertado cuando lo ha hecho. Perfecto y nada que criticar de no ser porque hemos echado en falta un agradecimiento a los que le han dejado la casa tan bien ese aspecto.
Porque nos hemos cansado de escucharle a él y a sus directivos lo vacía que han encontrado la caja y los esfuerzos que eso les han obligado a hacer. Y eso no es culpa de lo peor de su mandato, la comunicación, eso es simplemente la voluntad de manchar la imagen de Laporta y sus juntas.
Pero eso no perjudica al club, lo que si está perjudicando al club es la política de comunicación. Una política que no ha sabido aprovechar nada el tirón del cuarto doblete del Barça de fútbol, que no está sabiendo explotar el boom que existe por la marca Barça en el mundo entero, una política que recrimina al aficionado de no disfrutar suficiente algo con lo que va, vamos, a gozar durante todo el verano.
Las medidas que ha tomado de política de club no nos han gustado nada, pero eran las que llevaba en su programa y son las que escogieron la mayoría de socios, con lo que no hay nada que decir en ese aspecto. Y como nos importa más el deporte que la comunicación, no podemos más que dar una buena nota al Presidente y su junta.
Por supuesto, queda mucho camino por recorrer y en estos años esperamos que no tome una decisión que siempre acaba siendo clave en cualquier mandato, la elección de los entrenadores. Y esperamos que solo se tenga en cuenta lo deportivo y no lo personal, porque si las amistades de Oscar García le han perjudicado, por mal camino vamos.
No sabéis que buen año hemos tenido!!!
The Digital Garden.
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