dimarts, 21 de juny del 2011

Mensaje muy dañino para el futuro




“Lo que hemos de hacer seguramente es separar un poco las opiniones. Está la opinión del ciudadano censado, está la del inmigrante no censado, después está la opinión pública, la publicada y la de internet. Partiendo de la base que la opinión de internet no es valiente porque se esconde detrás de Pseudónimos y no le doy ningún valor y a la del ciudadano censado le doy todo el valor, lo que hemos de hacer es una escala de valores en la que tú has de darle más o menos intensidad, más o menos importancia porque al final no hemos de olvidar que somos los gobernantes de millones de ciudadanos censados que son los que han de decir al final si están o no de acuerdo con lo que hacemos”.


 


 


 


El texto que tienen delante, por sorprendente que parezca, no ha levantado ningún revuelo en el país en que se ha dicho. Ninguno, a pesar de que el sentido del mismo podríamos decir que está dentro de los límites de lo que uno entiende por respeto e igualdad. Sinceramente, nos costaría mucho entender como hay personas que puedan comulgar con semejante discurso discriminatorio a más no poder.


Para nuestra desgracia, no hay un país donde ningún gobernante haya dicho eso. Ha sido en un club de deportivo, el F.C.Barcelona. Su presidente, el señor Sandro Rosell ha hecho esas declaraciones. Cambien ciudadano censado por socio e inmigrante no censado por barcelonista. El resto es exactamente igual, la idea y objetivo del discurso también. De hecho, cambien censado por pagar impuestos y aún sonará peor el discurso.


Igual no se está dando cuenta el señor Rosell, pero dirigiendo el club con semejante filosofía e idea, lo que está haciendo es empequeñecer cada día que pasa la grandeza del club. Y cada paso que se da atrás es un paso que en el futuro deberá hacerse hacia delante. Lamentablemente el tiempo pasa muy deprisa y, sin darnos cuenta, puede que hayamos perdido mucho terreno en la era de la globalización. Y la pelota puede dejar de entrar en cualquier momento.


¿Por qué nos asusta tanto este discurso? Pues piensen en un gobernante de un país que solo piensa en aquellos que pagan y en la opinión de los mismos, que no piense en las inversiones extranjeras que enriquecen al país,  que menosprecie a los ciudadanos no censados pero que trabajan aquí, etc. Con esa idea, un país no estaría capacitado para construir las condiciones idóneas para que las personas que vivan ahí, censados o no, paguen impuestos o no, lo hagan en las mejores condiciones posibles.


Lo mismo sucede en el Barça. Focalizar todos los esfuerzos en el socio que paga, escuchar por encima de todo al socio que paga, es olvidarse de una realidad. Hoy en día hace más por el Barça, por su economía, por su futuro el barcelonista que compra cada año la camiseta del primer equipo para él y toda su familia que el que paga el carnet de socio una vez al año y ya está. Eso si solo hablamos en términos económicos, que en este caso es el menos importante de todos.


El club es grande porque millones de personas se sienten identificados sentimentalmente con el club, más allá de si pagan o no una cuota. Si esas personas dejan de sentirse ligados con el club, las audiencias bajarían, los ingresos por publicidad bajarían, la dificultad para mantenerse en la cresta de la ola sería más difícil. O sea, que la capacidad de competir del club se vería mucho más limitada que ahora.


Esto es algo muy grave cuando se hace con acciones predeterminadas y forma parte de tu “ideología” de club. Porque según el señor Cardoner, se está estudiando hacer obligatorio acudir presencialmente a renovar tu compromiso como socio. Imagínense que significará para gente que no sea de Catalunya. Algo así, acabaría provocando que el club disminuyese sustancialmente  en el número de socios. Pero para la Junta es positivo, pues se les, nos,  puede dar mejor servicio.


Pero es catastrófico, cuando según sus mismos criterios, serán cada vez menos las voces cualificadas a quienes escuchar, serán siempre las mismas, cortando de raíz la diversidad que hace grande a cualquier asociación, ya que las vías de acceso al club son muy limitadas. Nada haría más daño al club que una masa de socios estancada, que se pase de familiar en familiar, con una dirección que deja en segundo lado a todo aquel que no tenga carnet.


En el siglo XXI, el siglo de la tecnología, de la globalidad, el club tiene más de mil socios en Japón. Y millones de seguidores ahí. Como también en Qatar, Texas o Suráfrica. los sponsors pagarán más o menos en función de la repercusión de la marca Barça en el mundo y cuando más seguidores haya más grandes seremos. Cuidar a esos seguidores también es cuidar al Barça.


No hacerlo o pensar que sus opiniones merecen menos consideración es el primer paso para convertir a un club deportivo en algo social. Que los dirigentes de un club social piensen en sus miembros a la hora de tomar decisiones es normal. Pero en un club deportivo si se actúa mirando solo a los socios se inicia el camino para convertir el F.C.Barcelona en un club social. Esperemos que quede mucho para que así sea, porque el día que lo seamos, dejaremos de ser competitivos. Y serlo ha costado mucho. Porque  barcelonistas somos todos, con o sin carnet, pagando o sin pagar. Todos con nuestro sentimiento lo hacemos grandes.


No sabéis como nos duelen las palabras de nuestro Presidente!!!


The Digital Garden.



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