Todo lo que se diga al respecto de la polémica Barça – Madrid seguramente sea desviar la atención de lo sustancial, que no es otra cosa que el Barça, bien o mal, solo ha hecho que defenderse de declaraciones y comunicados donde se acusaban a terceros de dejarse ganar ante nosotros, de acusaciones de manipulación de la competición y del calendario a favor nuestro, de racismo y de antideportividad de los nuestros y de más cosas que ahora olvidamos. Y el club no estará solo en esto, más allá de discutir sobre cual es la mejor forma de defensa, que no es el partido de Wembley, por mucho que piense el Presidente que así se responde al adversario blanco.
Así pues, era difícil la tarea que tenía Sandro Rosell para estar a la altura de las expectativas que solo él había alimentado anunciando una y otra vez que respondería a todo lo que desde el Madrid se ha venido vertiendo durante los últimos 9 meses. Durante más de 30 minutos y más de 30 respuestas, dedicadas al tema, no ha estado mal en la forma, quizá tampoco en el fondo, pero su subconsciente le ha impedido estar bien, convirtiendo toda la comparencia en algo difícil de entender.
La forma escogida por el Presidente ha sido un discurso sobrio en el contenido, contundente en el tono, que ha servido para resumir todo lo que ha venido haciendo el Madrid durante la temporada y conceder a la institución blanca una segunda oportunidad para que las relaciones institucionales se mantengan como hasta ahora, siempre a expensas de que no se repita lo acontecido. Como se repetirá, en la práctica ha anunciado que dejará de comer con los directivos blancos y de acudir al palco del Chamartín. Lo que también es conocido con el eufemismo de romper relaciones institucionales.
Pero como cuando habla Rosell sufre mucho, cuando se le ha interrogado directamente sobre Florentino Pérez, le ha exculpado, se ha mostrado comprensivo y casi ha sentido pena del papel que le ha tocado representar. Se olvida el Presidente que Florentino Pérez ha echado a Valdano por no comulgar con las actitudes de Mou, que la institución del Real Madrid fue la que denunció a los 8 jugadores culés y que dice públicamente que Mou representa los valores del club. Y pesar de todo lo enumerado, no le hace responsable de lo ocurrido.
Esto se hace muy difícil de entender. O muy fácil. Solo desde la amistad que les une se puede llegar a comprender la exoneración de culpabilidad de alguien que en su cargo lleva implícito ser el máximo responsable de todo lo que ocurre en la institución. Podría ser cierto lo que dice Sandro, pero la realidad no puede estar más lejos de sus palabras.
Y es que choca la benevolencia mostrada con Florentino, con la falta de tacto, de grandeza y de generosidad que ha expresado con la Junta directiva de Jan Laporta. Preguntado sobre la importancia de la herencia deportiva recibida en los títulos conseguidos ha estado 2 minutos respondiendo para terminar equiparando la importancia de Núñez, Gaspart, Reyna y Laporta en los títulos del 2011. Si expresásemos lo que pensamos, seguramente de tenerlas se romperían las relaciones institucionales con el club, o quizá tendríamos una segunda oportunidad, pero mejor que vayamos más allá de la vergüenza que sentimos al escuchar ese revisionado de la historia.
Más allá del Madrid, Rosell ha pasado balance de la que ha sido ya la temporada con más éxitos deportivos de la historia del club. Ahí hemos echado en falta la presencia de los títulos ganados hasta la fecha, que sin duda hubiesen sido el escenario perfecto para responder al Madrid. De hecho, no habría una mejor forma…y seria una foto preciosa y que habría encantado a todo culé. Una vez más, se desaprovecha una ocasión espléndida para sacar pecho por lo que de verdad importa, los resultados en el terreno de juego.
De lo mucho dicho por el Presidente, nosotros destacaríamos la frialdad con la que ha hablado del fichaje de Cesc, así como la claridad sobre las negociaciones. No está mal que alguien que acusaba a terceros que las negociaciones eran “taquigrafiadas” exponga públicamente cuando está dispuesto a pagar como máximo y los motivos de ello. O sea, no se pagarán más de 40 millones por Cesc .
Como tampoco se gastará el club más de 90 millones de euros en los dos próximos años. El club puede gastar más de 45 este ejercicio pero siempre a cuenta del próximo. Y es que la economía del club está mal, muy mal, aunque según el Presidente gracias a los enormes esfuerzos realizados por su junta se esta camino de solventarlo, como bien se ha encargado de recordar siempre que ha tenido ocasión.
En resumen, que la respuesta del Barça al Madrid en forma de discurso ha estado correcta en casi todo aunque sea intrascendente y tardía. Lástima que después Rosell haya hablado de otras cosas donde ha quedado claro que su capacidad de tener caridad con terceros no la tiene con alguien que le ha dejado el club en una situación ideal para erigirse en el Presidente más laureado de la historia.
Pero mientras no destroce esa herencia iremos bien. Ahora es cuando debe tomar decisiones que cada vez serán más responsables sobre los éxitos. Solo esperamos que todas no sean como la de cambiar el nombre de nuestro estadio. Y es que hoy nos hemos enterado que se llama Nou Camp, ¿ porque se llama así, verdad? Al menos eso se lo hemos escuchado decir hasta en tres ocasiones a Sandro.
No sabéis como duelen nuestros éxitos!!!
The Digital Garden.
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