El día 17 de junio forma parte de la historia del Barça. En ese día, en años diferentes, sucedieron dos de los hechos más significativos de la historia del club. Ambos, vistos con el paso del tiempo, forman parte de la herencia del club y explican muchas cosas que reflejan el gran cambio que ha sufrido esta entidad en la última década.
Hace 10 años, uno de los mejores jugadores que han vestido la camiseta blaugrana marcaba uno de los 3 mejores goles de la centenaria historia del club. Hablamos de Rivaldo y del golazo de chilena que le marcó a Cañizares, en el último partido de la Liga de ese año y que significaba la clasificación para la Champions League de la siguiente temporada, la 2001-02.
El público tras el gol y el pitido final, invadió el campo con una euforia que pocas veces se ha visto en las gradas. Sí, así es. Aunque pueda sorprender, es conveniente recordar que no hace mucho, el club celebraba con una pasión equiparable a las Champions recientemente ganadas el clasificarse para la ronda previa de la máxima competición continental.
Se inició esa temporada con Serra Ferrer de entrenador, con 60 millones en caja frescos para gastarse, con una economía más o menos saneada si creemos a aquellos que ahora dicen que está mal. El año terminó como hemos explicado. Para desgracia del club, lo que pasaba ese año sería la tónica habitual el resto de años.
A mediados del mes de junio de 2003, se celebraron elecciones al club. Las ganó de forma tan sorprendente como abrumador Jan Laporta. El club en ese instante tenía una deuda (150 millones de euros) que superaba con creces los ingresos del club( 110 millones), en plantilla habían jugadores que habían costado una barbaridad, como eran Saviola, Riquelme, Overmars, Rochemback, Gerard, etc. Entre todos estos y algunos que nos hemos olvidado, sumaban en coste de fichaje algo más de 150 millones de euros.
Esa herencia es la que se encontraron Sandro Rosell y Jan Laporta. Joan Gaspart y Enric Reyna fueron los presidentes del club durante esos tres años fatídicos. 2000 a 2003. Como expresaremos en otro artículo, atribuir algo de mérito de los actuales éxitos deportivos actuales a estos dos ex Presidentes del Club es algo que por obsceno debería avergonzar a cualquiera. Pero eso será otro día.
Porque para llegar a donde estamos ahora tuvo que existir otro gran 17 de junio. Esta vez ya es más reciente. Hablamos del año 2008. En esa fecha, de la que se acaban de cumplir 3 años, Pep Guardiola era presentado por Jan Laporta y Txiki como el entrenador del primer equipo del F.C.Barcelona. Seguramente, desde el fichaje de Johan en 1988, no hay día más importante en la historia reciente de la institución.
Hoy en día se ha manipulado de mala manera los hechos. Leyendo a algunos “ilustres culés” y escuchando a nuestro Presidente, parece que fue la presión popular quien puso a Guardiola ahí, auspiciado por Evarist Mutra, figura importantísima dentro del barcelonismo, pero que ha sido utilizada para focalizar en él los méritos del 17 de junio y de ese modo esconder la realidad, mucho menos bonita para algunos.
Allá por el mes de abril del 2008, con el Barça muerto en Copa y en Liga, disputando tan solo la Champions, desde los medios de Barcelona se hicieron encuestas para saber que entrenador era el preferido entre el Barcelonismo. El que más aceptación tenía era José Mourinho, tanto para el público como para el entorno periodístico. Esto no es ni bueno ni malo, esto es así.
El Barça, meses antes, había tenido una reunión con el portugués, en la que escuchó los planes de futuro de éste. Entre ellos estaba mantener a Deco, hablar con Ronaldinho para recuperarlo, fichar un par de defensas y un centrocampista, etc. Esto mismo se hizo con más entrenadores( Valverde y Pellegrini entre otros). Desde enero, fecha en la que se decidió de forma definitiva destituir a Frank, Txiki propuso Guardiola como entrenador del primer equipo. Por aquel entonces Pep era el técnico del filial, hecho que también levantó muchísimas dudas.
Después de consultar pros y contras de todos los candidatos, como es normal en cualquier proceso de selección, Jan Laporta, Txiki y su junta directiva decidieron apostar, contra la mayoría de la opinión barcelonista, por Josep Guardiola como entrenador del primer equipo. Cuando se hizo pública la decisión, muchos acusaron a Laporta de exceso de seguidismo de Johan, de hipotecar al club o de imprudente, entre otras cosas mucho más desagradables. Tampoco es nada malo, solo eran las opiniones de algunos en ese momento.
Muchas dudas se enterraron cuando tomó la palabra Josep Guardiola. Fue el 17 de junio de 2008. Ese día la ilusión entre todos aquellos que se hicieron grandes con el Dream Team pasó a ser enorme. Con sus palabras y su mensaje lleno de ideas que a muchos nos eran familiares, convenció a bastantes de los incrédulos. Los hechos y títulos de los 3 últimos años hicieron el resto en el proceso de evangilación al guardiolismo, haciendo que yanadie tenga dudas sobre él.
No hay mejor herencia que Guardiola. Y no hay peor acción que mentir y desvirtuar la realidad. Atribuir a la suerte, atribuir a la huída hacía delante o atribuir al miedo la decisión de nombrar a Pep solo se puede hacer desde el rencor. Y el rencor es muy malo si lo que se quiere es ser feliz y construir algo importante y grande en el futuro. La herencia actual, por fortuna, no se hizo desde esos parámetros.
No sabéis cuanto nos acordamos de esos dos días!!!
The Digital Garden
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