Sandro Rosell pasó balance hace unos días de la temporada recién terminada. La definió como la mejor temporada de la historia, ya que el club había conseguido el record de títulos ganados entre sus cinco secciones profesionales, 17.
Es para que el barcelonismo se sienta del todo orgulloso de haber ganado 4 de las 5 Ligas en las que compite profesionalmente, así como varías copas nacionales, 1 copa de Europa, entre otros títulos. Pero sinceramente, siendo una buena temporada, nos parece exageradísimo definir como la mejor a la temporada recién terminada.
Porque en esos 17 títulos no están ni la Liga ni la Champions de Fútbol, ni la Champions de baloncesto y balonmano, los trofeos que más ilusionan al barcelonista. Y más cuando se tienen frescas en la memoria temporadas donde estos títulos se ganaron casi en su totalidad.
También definió el pasado ejercicio como el del año en que se logró un importante beneficio que irán destinados a disminuir la deuda, que según palabras del presidente, se está reduciendo a buen ritmo, lo que permitirá al Barça ser más competitivo.
Resulta curioso ver que el beneficio obtenido este año es el resultado de los ingresos obtenidos por la esponsorización de Qatar Foundation, los ingresos obtenidos en el partido de Supercopa de España y el ahorro de primas y de bonus en fichajes que ha supuesto el no ganar la Liga ni la Champions en fútbol.
Algo que no nos parece para presumir ni sacar pecho. No hay que haber estudiado en ESADE es capaz de conseguir un esponsor para el club, o cualquier licenciado en económicas sabe que quitar un partido de un abono y cobrar entrada es aumentar los ingresos y el coste real de ese abono y que el ahorro en primas no depende de la buena gestión directiva.
Otro de los asuntos que trató Rosell es el patrimonial. Aquí sinceramente nos parece que la postura de la directiva se aleja bastante de lo que más conviene al club. El retraso de la construcción del nuevo Palau, así como las dudas sobre si rehabilitar y hacer un nuevo estadio fueron los dos ítems de su discurso.
Creemos que el nuevo Palau, junto con un nuevo diseño en la política de ingresos de las secciones es algo vital para mantener las secciones competitivas y disminuir la dependencia de las secciones de los ingresos que se generan del fútbol.
Además lo que parece ser una buena noticia para el club, Rosell anda tirando agua al vino. Nos referimos a la posible recalificación de los terrenos de Viladecans, adquiridos por la Junta de Laporta, sobre los que la directiva actual ha ido haciendo chiste tras chiste, a cual peor.
Reconoció desconocer sí los terrenos del club entran dentro del proyecto, cuando uno de sus Vicepresidentes de más peso han estado en todas y cada una de las reuniones que la Generalitat ha mantenido con el grupo inversor del Eurovegas. Se puede entender esta postura como una manera de negociar, pero sinceramente pensamos que en este asunto le pesa mucho la manía hacía todo lo que huela a laportismo.
Sus declaraciones sobre los terrenos y la posibilidad de obtener beneficio son inexistentes. De hecho, en primer lugar dijo que no estaban dentro del proyecto y cuando se demostró que sí tira balones fuera y sigue diciendo a quien le escuche todo lo negativo que hay en esa propiedad del Barça, algo que resulta incongruente para alguien que dice haber aprendido de su abuelo que aquel que tiene patrimonio tiene futuro.
En resumen, la temporada 11-12 ha sido buena para el club. Ha habido años peores, bastantes desgraciadamente, y algunos de mejores. La gestión de la directiva tiene luces y sombras. Y tendrá más luces cuando deje en el armario esa manía de sacar pecho cuando no toca, de enfadarse cuando es tarde, de criticar todo el pasado laportista y cuando los directivos estén menos pendiente de lo que se dice y se escribe de ellos. Que alguien con tan poca crítica en los medios esté molesto con casi todos nos resulta incomprensible.
No sabéis que poco entendemos a la actual Junta!!!
The Digital Garden.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada