Los movimientos producidos en la cantera del Barça en los dos últimos años están generando una gran preocupación entre aquellos que siguen el día a día de las categorías inferiores del club. En un interesante artículo de Jordi Blanco (http://notas-de-un-forofo.blogspot.com.es/) deja por escrito todas esas sensaciones, que pasaremos a comentar.
De entrada, contra la opinión mayoritaria, hemos de decir que a nosotros el hecho de estar en Segunda A o Segunda B no nos parece trascendental. Sin ir más lejos, Busquets y Pedro no jugaron nunca en segunda A y a penas muy poquito en la B. La clave de todo el sistema del Barça no está en la competitividad sino en la formación y el trabajo para hacer crecer un modelo.
Si como dice el artículo, eso se ha dejado de vista para estar por cualquier vía en la división de plata del fútbol español nos preocuparíamos. Pero sinceramente, por lo que dice en el desarrollo del artículo, nada de lo que pasa ahora no ha pasado en los últimos 5 años, concretamente desde que Guardiola cogió las riendas del filial.
Unas de las claves de ese Barça fue Víctor Guerra. Un 9 de 25 años que se hinchó a marcar goles decisivos para el ascenso. También se fichó, entre otros, a un jugador de 20 años como Xavi Torres, que aportó solidez en el centro del campo y que se convirtió en vital para conseguir los objetivos.
Como ven, nada muy diferente a lo de ahora. Se entiende que siempre hay un par de puestos en el equipo que se necesita reforzar para consolidar el grupo y así que el talento de los jugadores marcados en rojo pueda desarrollarse de la mejor manera posible. A la vista de los resultados, hay que reconocer que el camino parece el correcto.
Evidentemente se han hecho errores. Como se recoge en el artículo, se han incorporado algún jugador que no ha dado sus frutos. Sobretodo en el año pasado. Entre Rodri y Femenía el Barça se gastó casi 5 millones de euros en dos chicos que poco o nada han mejorado lo que había en el club. También, en este periodo, algunos jugadores han tenido que hacer las maletas del club.
Y es que el talento se acumula y no todos van a llegar. Y seguramente, cuando alguno de los que marchen por iniciativa del club triunfe, se alzarán las voces discutiendo las decisiones del club. Pero no hay que olvidar que es algo inevitable. Ahora queda lejos, pero cuando Luís Enrique decidió prescindir de Falqué, muchos pusieron el grito en el cielo. ¿Sabemos donde está Falqué ahora?
Más preocupante nos parece que la procedencia de los jugadores que se incorporen sea siempre la misma. Pero esa lucha por muy lógica y natural es imposible ganarla. Lamentablemente, cada vez más los intermediarios y sociedades de intermediación tienen un mayor control en los clubs y canteras. Es un asunto muy feo y sucio, sin embargo tiene poco que ver con el trabajo de cantera.
La clave de la cantera está mucho más abajo y mucho más arriba. El filial es la penúltima etapa, donde los jugadores maduran lo justo para que el ascensorista se atreva a echar mano de ellos. Antes, en los años de selección de talento y de crecimiento del mismo, es donde hemos de mirar si nos hemos desviado del camino.
Por lo que nos cuenta Martí Perarnau o Oriol Doménech, no hemos de tener miedo. Al contrario, se está potenciando lo que había y mejorando los posibles fallos. Eso hará que dentro de 10 años, tengamos la posibilidad de disfrutar de gente como Bartra, Dos Santos, Sergi Roberto, Tello o Muniesa.
No sabéis que importante es la cantera!!!
The Digital Garden.
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