En la historia del fútbol hay pocos hombres que hayan influenciado tanto en su desarrollo como el personaje del que hablaremos hoy. Si encima, está influencia la ha desarrollado en parte en el Barça, ya es lo máximo. Johan Cruyff forma parte de los 4 hombres más importantes de la historia de nuestro club.
El motivo es muy sencillo. Se nos conoce por ser uno de los mayores divulgadores de la cultura catalana, se nos conoce por el Camp Nou, se nos conoce por ser más que un club, pero sobretodo se nos conoce por nuestra manera de jugar. El estilo Barça se lo debemos a él.
Antes, con él mismo de jugador y Rinus Michels en el banquillo ya se utilizó el fútbol total. Pero no quedó, el club no se lo hizo suyo. Cuando en 1988 J.Cruyff llega a Barcelona, le habían precedido gente tan dispar como Luís Aragonés, Venables, Menotti, Helenio Herrera, etc. Es más, el futuro del club estaba entre él o Clemente, con eso está dicho todo.
Pero entonces llegó el profeta. Antes de él, y desde la marcha de Luís Suárez al Inter el Barça solo había ganado 2 ligas en 28 años. Desde entonces, han sido 9 las ligas en 21. Y todas ganadas bajo el mismo patrón de juego, el estilo que ya se reconoce como el “Estilo Barça”.
Éste consiste en jugar siempre en campo contrario, en jugar con extremos, en la circulación rápida de balón, en atacar defendiendo, en la posesión, en los intercambios continuos de posiciones. Lo resumió perfectamente Menotti, cuando dijo que “el Barça busca el camino más corto para la victoria, atacando se llega antes al triunfo”.
Pero Johan aportó algo más. Quizá no tan importante para el fútbol(de hecho él no lo inventó, el primero lo practicó de jugador, y luego lo implantó de entrenador, pero el modelo es de la escuela holandesa de finales de los 60), pero sí para el club. Inició el cambio de mentalidad entre los culés.
Los barcelonistas de menos de 25 años no han visto ganar a ningún otro club del mundo más que al Barça. Los de menos de 35, se hicieron hombres con las Ligas ganas en los últimos minutos. Sus traumas más grandes, son Atenas y la Liga del Tamaduzo. Poco para el largo historial de derrotas que llevaba consigo el club.
Esta mentalidad ganadora se comenzó a forjar incluso en las derrotas, por la actitud que desprendía en cada rueda de prensa Johan. Relativizándolo todo, con una sensación de autoconfianza que se trasladaba al aficionado. Así, este año es cuando más se ha visto el choque de mentalidades.
Los culés jóvenes de fuera de España y los que también lo son pero no están demasiado influenciados de sus mayores, creían en todo momento posible el triplete y no tenían miedo. Los mayores y aquellos jóvenes sometidos a la influencia de sus mentores, eran todo miedo y un mar de dudas. Dentro de 10 años, serán más aquellos que el miedo solo lo recuerden mirando las portadas del Marca de este año.
El mito del “culé patidor” no acabará nunca. Siempre estará ahí. Y ya va bien. Pero el culé perdedor, el culé que de entrada todo lo ve negro tiene los días contados. Siempre habrá miedo a perder, pero nunca se sentirá temor a ganar, como tantas y tantas veces le ha pasado a este club.
Esto cambió con Johan. Con su llegada y su libro de estilo. La Masía hoy en día en un fiel reflejo de lo que buscaba él. Pique, Cesc, Valdés,Xavi,Iniesta, son todos hijos de Cruyff. Se hicieron grandes bajo el estilo que nos ha hecho ganar el triplete. El estilo que cuando estamos mal, recurrimos a él.
Oír a cualquier aficionado al fútbol decirte que nos tienen envidia, que ellos sueñan con que su equipo juegue igual es una delicia. Y esto te lo dicen hoy, como te lo explicaban hace 2, cuando no ganamos nada. Desde que llegó Johan hace más de 20 años, solo ha habido 5 años donde no se siguió el modelo. Con la excepción del año de Sir Bobby , fueron los años que apunto estuvieron de llevarnos al desastre. Que no se repita. El camino lo marcó Johan Cruyff cuando llegó.
No sabéis cuanto te agradecemos lo que nos diste, Johan!
The Digital Garden.
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