dimarts, 11 d’agost del 2009

LA ETERNA IMPACIENCIA




                                   


Si hay algo que el seguidor y socio del FC Barcelona carece, es de paciencia. Todos sabemos que el entorno azulgrana es impaciente y alarmista hasta los extremos más insospechados. Una derrota tras una racha de 11 partidos seguidos puede llegar a convertirse en un claro declive y se vislumbra una racha totalmente opuesta.


 


Pero esta impaciencia a veces está un tanto condicionada. Hoy queremos hablar concretamente de la situación actual de Henrique.


El central brasileño, todos sabéis, ha regresado este verano a la disciplina del tricampeón después de haber pasado un año entero en la Bundesliga, concretamente en el Bayer Leverkusen. De los que siguieron un poco el periplo germano de Henrique, la mayoría destacaban el buen sabor de boca que les había dejado el rendimiento del central carioca.


Se destacaba de Henrique la presencia en el juego aéreo y la capacidad de sacar el balón desde atrás. Algo así como un relevo a medio plazo de Rafa Márquez.


 


Pero las cosas parecen haber cambiado por completo. Esta pretemporada está siendo más un calvario para Henrique que una oportunidad a aprovechar. En apenas 5 partidos disputados, las críticas han llovido sobre las espaldas de Henrique. De opción de futuro a pufo, en menos de 15 días.


 


¿ Es justa esta situación? No, rotundamente. Henrique está viviendo una injusticia que más de una vez se ha repetido en el seno del Camp Nou. Jugador que llega nuevo, que en pleno proceso de adaptación evidencia carencias en su juego y que el entorno se apresura en enterrar y demonizar. Todo esto, con el agravante de que jugadores del filial como Muniesa o Fontás están teniendo un protagonismo mayor.


Los canteranos son los protegidos del entorno.


Por ejemplo, Muniesa, habiendo demostrado lo mismo que Henrique, cuenta con la protección y la inmunidad de las críticas. Escuchar el otro día a Víctor Patsi en plena retransmisión vaticinando el suicidio deportivo de Henrique tras una falta innecesaria, fue literalmente vomitivo.


 


Ni Muniesa ni Henrique han escogido esta situación. Uno no tiene la culpa de ser hijo de la Masía ni el otro de que se hayan pagado por él 14 millones de euros.


La culpa es de los que generan opinión y de los que se los creen. Ni Muniesa es el nuevo Márquez y ni Henrique es Christanval en blanco. Al menos por el momento.


 


El tiempo es aquel juez que quita y da razones, decía el gran José Maria Garcia, y nosotros remamos en esa dirección.


En tan solo 4 partidos es imposible ver si un jugador vale o no vale para el Barça a no ser que haga el ridículo partido tras partido. Y Henrique no lo ha hecho. Henrique ha evidenciado la falta de adaptación que han sufrido todos los centrales que han pasado por el Camp Nou. El mismo proceso por el que pasaron Koeman o Márquez


Pero esta vez, a Henrique parece que no se le brindará esa oportunidad. El mismo entrenador parece haber dejado de contar con él. En el último partido de la gira, Pep lo dejó en el banco los 90 minutos. Para más INRI, ayer ofrecieron 25 kilos por un tal Chigrinsky…Visto para sentencia.


 


A nuestro entender, tanto los más críticos como Guardiola pecan de impacientes y no van a dar la oportunidad al chaval de que demuestre  si realmente vale o no. Al menos darle la oportunidad hasta diciembre. Pero no.


La impaciencia privará a Henrique de tener su ocasión. Mientras, Muniesa o Fontás, sin haber demostrado mucho más que el brasileño, contarán con el beneplácito de todos y con un escudo a las críticas inexistente en el caso de Henrique.


 


Nosotros confiamos en los canteranos, pero también exigimos el mismo trato para Henrique. Pedimos la misma vara para medir ambos casos.


 


¡ No sabéis lo injusto que nos parece todo esto!


 



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