dilluns, 17 d’agost del 2009

LA IMPORTANCIA DEL ESTILO




 


Nueva temporada y sensaciones similares. El Barça 2009/2010 demostró ayer que es un equipo hecho y compacto que tiene los conceptos asimiladísimos. Y es que ayer se demostró que por mucho que los equipos se gasten dinero en megaestrellas, lo principal y más importante en un equipo de fútbol es el tener un estilo, un guión y unos automatismos que si funcionan, no deben cambiarse bajo ningún concepto.


 


Ayer el Barça, saltó al césped de San Mamés sin 4 de sus jugadores franquicia. Ni Messi, ni Ibra, ni Iniesta y sin el azteca Márquez. Como un Chelsea sin Drogba, Lampard, Essien y Terry.


Esas bajas parecieron no afectar lo más mínimo a los planes de Guardiola. El Barça salió a la Catedral con su único plan, el plan de tener la pelota, moverla a velocidad de vértigo y el de morder arriba a su rival para recuperar rápido la pelota.


Es una gozada ver que salten los hombres que salten al terreno de juego el estilo y el guión es exactamente el mismo.


 


Sería de locos afirmar que es lo mismo jugar con Pedro que con Messi o con Keita que con Iniesta, pero lo que es realmente meritorio es que independientemente de los jugadores que jueguen, el mecanismo funciona con la misma precisión.


Guardiola tiene muy claro los puntos fuertes de esta plantilla. Ayer en Bilbao, volvimos a ver un Barça mordiendo la salida de balón del rival. Tanto Pedro como Bojan entendieron esta premisa a la perfección y se vaciaron en la presión al rival.


 


Destacamos las sensaciones que nos transmitieron ayer 2 jugadores: Bojan y Keita. Al primero se le vio especialmente entonado. Muy versátil y móvil entre líneas. Con una soltura y una dinamismo ausente hace ahora un año exacto. Ojala sea el inicio de un nuevo Bojan. Un Bojan con más oportunidades y con más acierto en sus participaciones. La salida de Eto’o y la falta de un relevo de garantías para Henry puede favorecer al joven de Linyola.


 


Por otro lado está Seydou Keita. El de Mali demostró que la trayectoria ascendente que describió en el último tercio de la Liga no era fruto de la casualidad. Juega bien de primeras, no se arruga a la hora de poner la pierna y demuestra inteligencia en sus llegadas. En este último apartado nos queremos parar.


Iniesta y Guddy (y en menor medida Xavi) son los únicos centrocampistas con capacidad sorpresiva desde la segunda línea. Iniesta es un artista en esa disciplina pero Guddy parece no contar para Pep. Con estas, Keita se postula como una pieza importante para esa faceta ofensiva.


Los espacios que genera y los extremos sistemas de seguridad que atraen el tridente supone que los centrocampistas llegadores puedan campar más a sus anchas en la zona de tres cuartos. Ayer Keita lo probó en varias ocasiones siendo en una de ellas el epicentro del gol del empate.


Keita empieza a recordarnos al Cocu de su primera temporada. Firmamos que como mínimo, lo iguale.


 


Del resto del partido destacar el bloqueo generalizado que vivió el equipo en el útimo cuarto de hora de la primera mitad. El Athletic empezó a apretar más arriba y dejo al equipo sin el suministro de fútbol que supone Xavi. El balón no pasaba apenas por el centro del campo y los de Caparós empezaron a ganarle terreno a los actuales tri campeones. Fruto de ese bloqueo llegó el gol.


Ese contratiempo nos lleva a la conclusión de que el Barça deberá mejorar en la transición. Si Xavi queda anulado, un segundo y un tercer hombre deberán ofrecerse para tal tarea. Sabemos que Iniesta sabe hacerlo a la perfección, pero hay que mirar más allá y pedir que jugadores como Busquets o Keita mejoren algo en ese tema.


 


Por último, queremos poner un poco de algo al vino y frenar la ola de euforia que se empieza a generar desde los medios. No queremos oír eso del Barça de las 6 copas ni del doble triplete. No empecemos a generar expectativas que luego puedan utilizarse en nuestra contra. Seamos sensatos prudentes. El triplete se gestó desde la humildad y el día a día. Ahora no vayamos a tirar por tierra una de las claves del éxito.


Pep seguro que no lo hará, pero habría que recordar lo bien que nos fue la lluvia de elogios en el 2007. Que los jugadores tomen nota de que los partidos no se ganan con el escudo y ni mucho menos con la etiqueta de ser tricampeón.


Pep no nos fallará.


 


¡No sabéis lo que nos gusta este Barça!


 


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