dimarts, 23 de febrer del 2010

IDA OCTAVOS DE FINAL DE LA UCHL: STUTTGART 1 - F. C. BARCELONA 1: RESULTADO MILAGROSO



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 El Barça logró un empate valiosísimo


 


Un poco peor que ayer y mucho mejor que mañana. Así de sencillo se puede definir la actuación del Barcelona en la Ida de los Octavos de final de la Champions. Ante un rival que jugó tal y como se esperaba, el Barça se vio sorprendido desde el inicio, y a punto estuvo de dejarse todas las opciones de llegar al Bernabeu en mayo, algo que visto el nivel exhibido parece dificilísimo, aunque el 1 a 1 final permite pensar en avanzar una ronda más.



Pretendía dormir el Barça al rival desde el inicio tocando y tocando, de forma horizontal, en el clásico rondo que ejercita para encontrar el hueco que  permita crear la ocasión. Lo que paso es que el que se durmió fue el propio Barça y el Sttutgart le pasó por encima en la primera mitad.


Pero de una forma no vista hasta la fecha. Valdés, de nuevo Valdés, salvó al equipo de una humillación sin paliativos. De un chorreo vamos. Y es que Toure y Busquets eran una maquina de perder balones. Xavi, cuando la tocaba, era para regalarla o pasarla atrás. Iniesta no se fue de nadie ni una vez,  regalando siempre el balón al rival, Ibra apenas entró en juego y Messi cayendo al medio cuando su lateral se pasaba más tiempo atacando que marcándole. Con ese panorama delante, la defensa tenía que ser de hierro para evitar una debacle.


Pues fue plastilina. Márquez cometiendo sus típicos errores de concentración, nada que ver con la forma, Pique sintiéndose incómodo en el costado izquierdo de la defensa y Maxwell perdiendo todo lo que le llegaba. Un desastre en toda regla, que solo la actuación soberbia de Valdés evitó una catástrofe, apoyado en Puyol, el único que se dio cuenta de que iba la historia.


 Jugando así, no podía tardar en caer el gol. Lo marcó Cacau,  rematando un excelente centro desde la derecha, contra el que poco pudo hacer Puyol y Valdés.  No fue la única ocasión clara, ya que sin hacer nada fuera de lo normal, el Stuttgart encerró en su área al Barça, con Molinaro llegando una y otra vez,  Pogrebnyak aguantando el balón para la llegada de los suyos, y Khedira mandando a sus hombres, que estaban bailando como nunca antes lo había hecho un equipo. Ni el Chelsea en Londres tuvo al Barça tan grogui como hoy.



Llegó el descanso y los jugadores blaugranas parecieron entonarse. Fue un espejismo, aunque permitió empatar el partido y salvar los muebles, cuando en muchas fases de la primera mitad, Madrid pasó a ser una pesadilla, en vez de un sueño. Se comenzó a tocar y tocar con más sentido, obligando a recular al rival, haciendo que las ocasiones llegasen casi sin mover el árbol.


Por fortuna el gol llegó. Y lo hizo quien fue contratado para ello. Gol de los que justifican un fichaje y acallaran a los críticos, nosotros los primeros. Ibra aprovechó un balón bajado por Pique para igualar el partido y dar oxígeno al Barça, que sin merecerlo, tenía la eliminatoria donde más le convenía. Pudo ir a por ella, pero no lo hizo.


Solo dio sensación de peligro el tiempo que le duró el disgusto a los alemanes, que no tardaron mucho en sobreponerse y volver a la carga, haciendo que Valdés volviese a lucirse. La imagen del Barça no cambiaba casi nada, ni la entrada de Henry y Milito lo consiguió, aunque el argentino aportó sobriedad en la defensa, aunque Pique se encargaba de emular a Márquez, poniendo a Valdés al borde de un ataque de nervios.


Y es que parecía como si el Barça no quisiera  sentenciar la eliminatoria. Volvió a tocar sin ninguna intención de avanzar metros, solo para controlar el juego y no pasar apuros. Evidentemente se pasaron, pues los alemanes aún tenían fuerzas para dar algún fogonazo, sobretodo de la  mano de Molinaro, que una y otra vez percutía en su banda, de la que no se tuvo que preocupar ni una vez de Messi, que ni le acompañó cuando subía , ni le molestaba cuando se quedaba para defenderle.


 


Al final el resultado fue como un milagro. Que nadie se lleve a engaño. Este sí es el peor partido de la era Guardiola. Los optimistas recordarán que contra el Lyon se jugó como hoy, y nunca habrá estado la verdad tan lejos de las palabras. Nunca…El Barça en Francia jugó mal 30 minutos, después se sobrepuso ante un equipo mucho que el de hoy, y si que pudo marcar algún gol más, o al menos quisieron ir a por ellos.


Hoy no. Hoy habido conformismo y conservadurismo ante un rival dignísimo, pero al cual los últimos 4 rivales a los que se han enfrentado les han creado más ocasiones que nosotros hoy. No matáremos ni crucificaremos al equipo hoy, pero si que no  nos engañaremos. Por lo que sea, estamos mal y así, ni siquiera la eliminatoria está sentenciada…pero ni de lejos…


No sabéis que mal dormiremos esta noche!!!


The Digital Garden.



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