Con el Barça líder y bien posicionado en la Liga de Campeones pocas cosas parecen rechinar en la sala de máquinas comandada por Pep Guardiola.
Pero en estas últimas semanas se está empezando a especular con el rendimiento y la confianza de uno de los pilares básicos del triplete del año pasado: Thierry Henry.
No hace falta ser muy entendido para afirmar que el galo está pasando por uno de sus peores momentos desde que viste la camiseta blaugrana. Con tan solo 2 goles en su haber, Tití no ha acabado de encontrar el tono físico que consiguió el curso pasado.
Las lesiones y sus reiteradas pobres actuaciones le han supuesto un bajón de rendimiento que le ha costado la titularidad.
La irrupción de Pedro este verano ha sido una losa que el internacional francés no ha conseguido superar. El canterano con su rendimiento y sobretodo con sus goles ha adelantado a Henry en la carrera por encontrar un sitio en el once titular y dicho sea de paso, con total merecimiento.
Es extraña la evolución del 14 azulgrana en estos meses. Hemos pasado de rezar a que se curase de su lesión para que estuviese en la final de Roma a rezar para que Pedro o Iniesta ocupen la banda izquierda de la línea de ataque.
¿Qué le pasa a Henry? La verdad que no lo sabemos y solo él y Pep Guardiola lo saben.
El factor edad es el primero que nos viene a la cabeza. Va camino de cumplir 33 primaveras, edad en la que un futbolista de élite, y más aún un delantero, pierde facultades físicas. Además hemos de valorar de donde venimos. Desde Septiembre de 2008 que el Barça lo ha ganado absolutamente todo llegando al final de todas las competiciones lo que convertía el calendario en una auténtica máquina de destrozar piernas. Messi, Iniesta o Pedro lo podrían aguantar… Henry quizás no.
Otro factor, éste un tanto más subjetivo, es el hambre por conseguir éxitos. A su edad Henry ya lo ha ganado absolutamente todo. Consiguió la tan anhelada Champions y el Mundialito de Clubes para cerrar un espectacular palmarés. Afrontar esta nueva temporada con nuevas motivaciones debe ser difícil para un veterano como él. Las expectativas, el hambre y la ilusión menguan y eso repercute en el aspecto anímico.
Dicen las malas lenguas que Henry ya no está tan implicado como el año pasado y que incluso se sospecha de su ausencia en Palafrugell en aquel entreno abierto a todos los públicos. No sabemos si es verdad, pero lo cierto es que desde entonces Henry no ha vuelto a jugar ni un minuto oficial. Se quedó en el banquillo ante el Sporting, Getafe y el domingo pasado en el Calderón. 3 partidos seguidos sin quitarse el chándal.
El futuro de Henry, parece estar lejos de Barcelona. Los 2 factores mencionados son motivos suficientes como para apostar por un relevo de garantías este mismo verano. Pero de momento hay que estar con él y confiar en que en lo que resta de temporada pueda ser útil al equipo. En una semana llega la Champions y ahí es donde Henry suele crecerse. Aunque sea en cuentagotas, un destello o un fogonazo puede hacernos ganar algún título, y Henry es uno de esos jugadores de los que te esperas cualquier cosa. Tampoco nos podemos esperar mucho más, seamos sinceros y realistas
Tanto Henry como Guardiola son 2 personas maduras y educadas que dicen las cosas a la cara, así que estamos seguros que los 2 ya habrán abordado la situación actual. La situación es la que es, así que tampoco vale la pena hacer leña del árbol caído.
¡ No sabéis lo preocupados que nos tiene Henry!
The Digital Garden
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