dijous, 25 de febrer del 2010

SOBRE LA EXIGENCIA DE LA CRÍTICA




 


          


 


El empate esta semana en Sttutgart ha generad un tsunami de reacciones en todos los sectores del entorno barcelonista. La imagen mostrada durante todo el partido, pero especialmente en los primeros 45 minutos, en los que por primera vez en mucho tiempo, vimos a un equipo barrer y sacar literalmente del campo al Barça de Guardiola.


 


El partido es criticable sin lugar a dudas. Primero por la falta de intensidad mostrada y después demostrando algo inédito hasta la fecha del Pep Team: conformismo.  Con 1 a 1 y con un rival tocado tras el gol de Ibra, se dedicó a especular con el marcador y el tiempo.


 


Todo esto ha generado una serie de críticas que nos han hecho pensar acerca del nivel de exigencia del entorno culé.


De tontos sería negar que el partido del Barça el martes fue lamentable y mereció perder sin paliativos, pero realmente, si nos paramos a analizar toda esta temporada, es el primer partido denunciable de cabo a rabo.


El barcelonista, de manera inevitable, tiene todavía en la retina el mágico 2009. El nivel futbolístico del Barça el año pasado es algo irrepetible y extraordinario, algo que nuestros ojos tardarán en ver algún día.


Por eso es imposible exigirle al actual Barça que iguale las prestaciones del año pasado. Cualquier comparación con el año del sextete será poner en evidente desventaja al Barça actual.


 


No negaremos el derecho a la crítica y nosotros no seremos una excepción, pero si que creemos que a veces los culés ponemos el listón demasiado alto en la crítica. Este Barça nos ha malacostumbrado a todos con lo vivido el año pasado y eso condiciona a todos a la hora de calibrar el juego.


Dejando de lado lo vivido el martes, llevamos toda la temporada con un run run que dice que el Barça no anda del todo fino al no jugar como el año pasado. Que no se juegue como el año pasado no es solo un síntoma de no acabar de carburar, sino que también viene derivado a que los rivales tienen más que estudiado todo el sistema de los de Pep. El Barça es el epicentro, el objeto de todas las miradas, y eso a parte de tener sus pros, tiene también sus contras.


Quizás debamos tener en cuenta cada uno de nosotros, que si el Barça no juega bien o no acaba de encontrar el camino, es porque el resto de equipos también tiene un equipo de técnicos y de jugadores que trabajan durante toda la semana para tratar de anular a ese gigante llamado Barça-


 


Pero el culé es así, el culé es purista, el culé es perfeccionista. Además de ganar, se quiere jugar bien, y si no se consiguen esas 2 cosas es que algo no va bien. Eso no lo criticamos porque nosotros también somos así, eso es algo adherido a nuestra personalidad futbolística, pero lo que si que criticamos es que por ejemplo, en este último partido se han leído y escuchado críticas que van más allá del casi desastre de Sttutgart. Un partido malo les ha servido a muchos para globalizar esos 90 minutos al resto de la temporada sacando de este modo la vena del culé auto destructivo y quemalotodo.


 


Paciencia a todos y sobretodo confianza, mucha confianza.


 


¡ No sabéis lo que confiamos en este equipo!



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