Muchas veces nos olvidamos que los deportistas de élite son también personas humanas, y como todos sabéis, el ser humano es entre otras muchas cosas, débil e influenciable.
Los seres humanos necesitamos por norma general estímulos en nuestra vida para desarrollar nuestro día a día. Sin ir más lejos, en nuestros puestos de trabajo necesitamos estar motivados para rendir mejor y conseguir los objetivos fijados por nuestros superiores. Sin motivación no hay compromiso y sin compromiso no hay resultados, eso es una ley básica.
De motivación y de compromiso no entendió el Barça de las temporadas 2006/2007 y 2007/2008, en las que un grupo que consiguió 2 Ligas y una Copa de Europa se olvidó el compromiso y la sed de victorias en el estadio de Saint Denis.
Tanto éxito en tan poco tiempo relajó a una plantilla que para más inri parecía no tener rival en un Real Madrid presidido por un presidente como Ramón Calderón y con una plantilla visiblemente muy inferior a la de entonces dirigida por Frank Rijkaard.
Desde fuera, creemos que ese grupo de futbolistas llegó a pensar que ganaría la Liga sin despeinarse, que incluso haciendo las cosas regular, el Madrid las haría todavía peor y se ganaría esa Liga con la gorra.
Siendo cierta la supuesta inferioridad blanca en lo que se refiere la comparativa nombre por nombre, el Madrid empezó a creerse una posible remontada lo que le llevó a ganar primero una Liga por el goal average y luego otra sacando 18 puntos al Barça más moribundo que se recuerda.
Echando la vista atrás nos duele ver el poco orgullo que tuvo ese equipo y lo inconformistas que llegaron a ser, pero en parte podemos entenderlo. Todo el entorno se jactaba en decir lo malo que era el Madrid y lo bueno que era el Barça. El menosprecio al Madrid era constante, parecía no haber rival en la lucha por la Liga. En ese marco, es hasta cierto punto comprensible que los jugadores se relajasen y perdieran esa chispa de orgullo y competitividad que les había llevado en volandas al éxito.
Casi 3 años más tarde, con un escenario similar, las cosas se ven desde otra óptica. Tenemos a un Barça sanalotodo, al mejor Barça de la historia. Con una plantilla hastiada de levantar copas y de celebrar títulos con su afición. Con unos jugadores constantemente reconocidos a base de premios individuales y con una masa social entregada a la causa.
Lo mismo que en 2006 y 2007.
Pero en este 2010 hay algo que ha cambiado, concretamente 2 cosas.
En primer lugar, el Madrid de Calderón no es el mismo que el de Florentino Pérez. Discrepando del modelo de gestión del Sr.Pérez, es cierto que tanto por su inversión como por los nombres, el impacto mediático ha sido grande. El haber fichado a CR9, a Benzema, a Kaká o a Alonso ha servido al culé a como mínimo, respetar de un principio a su máximo rival. Ahora no se le ningunea, se le respeta.
Eso ha provocado dos reacciones que benefician al equipo. La primera consecuencia es el efecto motivante que ha tenido en la plantilla. Viendo que el rival se ha reforzado y bien, los de Pep han tenido en eso la excusa perfecta para motivarse y tenerle un poco más de ganas a su eterno rival.
La otra consecuencia es que el entorno general igual que respeta al Madrid y no lo ningunea, también le ha cogido más ganas que nunca. El imaginarse a un Real sin ganar nada y con 250 millones de menos en el banco pone, y mucho, a todos los culés.
Y los jugadores ven en derrotal al Madrid, un nuevo reto, una nueva moticación.
En segundo y último lugar, está la campaña desesperada de los medios capitalinos. Los villaratos, canguelos y demás sandeces han tenido el efecto inverso a su intención inicial. Pretendían desestabilizar pero han conseguido que se encienda fuego en los ojos de los jugadores y de los aficionados que ahora más que nunca, apoyan a sus jugadores y convierten al Camp Nou en una olla a presión (veáse el día del Sevilla de Copa y de Liga). No tuvieron suficiente con el ridículo que hicieron el año pasado, este año vuelven a las andadas…
As y Marca, entre otros, han vuelto a enfurecer a la fiera.
Desde aquí darles las gracias.
¡No sabéis lo bien que nos lo pasamos!
The Digital Garden
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