dimecres, 17 d’agost del 2011

Supercopa de España - Vuelta: F.C. Barcelona 3 - Real Madrid 2: El Papa en Madrid... Dios en Barcelona




El mejor Real Madrid de los últimos 3 años fue incapaz de vencer a doble partido al Barça que más errores individuales ha cometido en los últimos tiempos. Puede parecer un análisis simplista, pero se asemeja a la realidad. Un Barça con jugadores claves con menos de 10 entrenos en sus piernas se ha llevado la Supercopa de España ante un enorme Real Madrid que ha demostrado que puede y debe ser valiente.


 


Barcelona 3-2 Real Madrid


 


Mucho se hablará de lo ocurrido al final del encuentro, o de las entradas de la segunda mitad, pero nosotros nos quedamos con el hermoso partido de fútbol que ofrecieron ambos conjuntos. Porque fútbol sin más es lo que ofrecieron ambos equipos en los 45 primeros minutos. No es poco, al contrario. Es muchísimo. Quizá tanto que costará encontrar en encuentro con tanta calidad en lo que resta de temporada. Sin interrupciones en el juego se pudo ver la calidad de todas las estrellas que había en el campo. Pero uno brilló por encima del resto.


Si usted es argentino no siga leyendo. Se preguntará cómo es posible que con 10 días de entreno, Leo sea capaz de hacer lo que hace vestido de azulgrana cuando con Argentina ni con un mes de preparación se acerca a lo visto hoy en el Camp Nou. Y eso que no es la mejor versión de Leo, pero le es suficiente para marcar dos goles, dar un pase antológico de gol, y sobre todo para atemorizar a todo el conjunto blanco cada vez que cogía la pelota.


Pero sería injusto hablar solo de Messi. Lo visto en el campo en la primera mitad da para mucho más. El Real Madrid se demostró a sí mismo que es capaz de jugarle de tú a tú al Barça y de ponerle contra las cuerdas. Solo la poca precisión en el área y un formidable Valdés le privaron de coger la delantera en el marcador e irse al descanso con la eliminatoria a su favor.


El Madrid tuvo el coraje de sobreponerse al primer gol del Barça, antes del minuto 15 después de una fabulosa jugada de Messi en la que dibujo un pase estratosférico a Iniesta que no desaprovecho. Fue Ronaldo  a la salida de un córner, metiendo en la red un balón que venía rebotado tras un chute de Benzema.


No se quedó ahí, fue arriba, continuando con la presión hombre a hombre la salida de balón culé. Eso provocó errores en el primer pase de los defensas del Barça, sobretodo Pique y Abidal, que eran aprovechados por los puntas blancos para asustar mucho a Valdés. Pero este respondió fenomenalmente a un chute de Ronaldo desde la frontal y a una internada de Ozil que le disparó desde el área pequeña, desviando a córner el disparo.


Pero no vivía tranquilo el Madrid en defensa. Iker salvó dos balones de gol con 1 a 1 en el marcador. Una a Pedrito cuando el balón se dirigía a la escuadra izquierda de su portería. La otra fue un mano a mano a Leo, que llegó cansado para definir con su sutileza habitual.


Lo hizo en el segundo gol, a poco menos de 5 minutos para el descanso. Aprovechó un taconazo mágico de Piqué, para con dos adversarios enganchados en la espalda, definir por encima de Iker, que nada pudo hacer. Fue el mejor final para unos 45 minutos de fútbol de alta escuela.


Todo lo contrario fue la segunda mitad. Con el Barça muy retrasado, con el balón dominado el balón, el partido fue entrando en una dinámica marrullera. Cada falta era protestada como si el resultado final dependiese de ella. Así todo desemboco en una tangana que terminó con tarjetas para muchos menos para el causante de todo.


Marcelo propino una patada sin balón a Messi, tras la disputa de un balón dividido por alto. Los jugadores de ambos equipos fueron a defender lo suyo, ganándose la amarilla Mascherano y Ronaldo. Los minutos siguiente Pep ganó protagonismo, con acciones marca de la casa y que encendieron al público culé.


Con el juego roto, sin ritmo, el Barça pudo marcar y romper el encuentro. Una jugada celestial de Iniesta, no pudo aprovecharla Messi, incapaz de superar a Iker. Minutos después, Ramos lo tuvo hecho, pero no dirigió bien un cabezazo solo desde la frontal, tras la salida de un córner. Quedaban 20 minutos por jugarse y toda la magia vista en el césped había desaparecido, para dar cabida a todo el juego subterráneo.


Para oxigenar el equipo, Adriano entró por Villa. En el Madrid Marcelo sustituyó a Khedira en el descanso y poco después dio entrada a Higuaín por Di María. El ritmo fue a menos cada minuto que pasaba. Cuando más controlado parecía tener el partido el Barça, Benzema marcó el empate. Fue otra vez tras un córner. Hubo mil rebotes en el área pequeña y le cayó muerto el balón al francés que se revolvió rápido para silenciar al Camp Nou.


Quedaban 10 minutos y Guardiola hizo debutar a Cesc  y puso a Keita. Busi y Pedrito fueron los sustituidos, dejando al Barça con mucho centrocampista y solo un punta, Leo. Parecía algo extraño, pero le salió muy bien. Cesc demostró los motivos de su fichaje. Llegada desde segunda línea, toque y control y un despliegue enorme. Adriano fue clave en el centro del tercer y definitivo gol culé.


Una combinación entre Cesc y Messi termina en los pies de Adriano. Éste situado de extremo derecho, dibuja una preciosa parábola que Messi entrando desde atrás como una bala mete con un chutazo sin tener los pies en el suelo, desatando la locura colectiva en el Camp Nou, rendido al Dios del fútbol, que está consiguiendo elevar al deporte a la categoría de arte.


De ahí al pitido final pasó de todo. Faltaban 5 minutos y hubo tiempo para que se viese lo peor del ser humano. Tiempo habrá de poner a cada uno en su sitio, pero si hemos de ser sinceros, no nos da ninguna pena ver al Madrid así. Ninguna, que sigan, Nada puede ser mejor para los intereses del Barça.


No sabéis que bueno es Leo!!!


The Digital Garden.


 



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