En el fútbol de hoy en día es imposible mantener la calma. Los argumentos que se defienden como verdades matemáticas, quedan anticuados en tan solo una semana. La nube de euforia y buen juego que llevaba el Barça hasta el viernes, ahora son dudas y temores por el partido del sábado.
Pero así se escribe el fútbol de estos días y más en el Barça, que encadenará dos meses sin descanso. Sin tiempo para nada, con 1000 kilómetros recorridos por las autopistas europeas, los hombres de Guardiola se enfrentarán al Inter de Milan en la ida de la Champions League.
Guardiola ha reiterado en anteriores ocasiones que no es hombre de excusas. Por lo que queda descartado el cansancio y la fatiga como argumentos para analizar el duelo. Y es que futbolísticamente, la semifinal tiene todos los ingredientes que han convertido al fútbol en el deporte de masas que es hoy en día.
Lo primero de todo es la calidad. Ambos equipos tienen en sus filas varios de los mejores jugadores del mundo. Los italianos reúnen la calidad atrás y en punta. El Barça, que tiene en todas partes, fundamenta sus virtudes en el medio. Duelo de estilos, uno creativo y paciente, el otro camaleónico y luchador.
Encontramos también morbo. El morbo que tiene ver a Mou y a Eto’o enfrentarse al Barça. Morbo por ver si el Barça es capaz de tener al madridismo con el miedo en el cuerpo durante 3 semanas que se harán larguísimas. Morbo por ver si el Inter será capaz de disputar una final de Champions casi 40 años después.
Y tendrá pasión. Y que pasión. Hace 4 años, en las mismas fechas, en el mismo escenario, con solo una Champions en el museo, se desplazaron poco más de mil personas. Ahora, con los aeropuertos de media Europa cerrados, se prevén que cerca de 3000 culés estén en San Siro.
Hubiesen sido 4500 si el dichoso volcán islandés no hubiese escupido todo lo que lleva dentro, demostrando que uno nunca se cansa de ganar y que la ilusión que despertó Ronaldinho y sus compañeros en los barcelonistas, no supera las ganas de hacer historia y de escribir una leyenda que sea recordada siempre.
Porque, a pesar de que las opiniones cambien según sople el viento, hay algo en el fútbol que siempre permanece. Hablamos del buen fútbol y los títulos. De ambas cosas ya tiene mucho el Barça, pero para hacer historia queremos más. Y eso pasa por sacar un buen resultado en San Siro.
No sabéis como nos gustaría revivir el gol de Giuly!
The Digital Garden
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