La primera vez que Guardiola pierde por más de un gol después de 19 meses llega en el peor momento posible. Han sido 60 minutos al nivel que ofreció el equipo en Stuttgart, o en Cornella, o en Lyon hace un año. Pero jamás había tenido un equipo con tanta pegada como el Inter, que con el 3 a 1 final, sueña con llegar a la final de la Champions después de 38 años.
Y eso que el partido comenzó de la mejor manera posible. Con un gol de Pedrito antes de que el cronómetro llegase al minuto 20. El escenario ideal, el que todos querían antes de jugarse el partido. Pero lo que se había visto hasta ese momento no era nada halagüeño, pues el Inter había amenazado en varias ocasiones.
Siempre iniciaba las jugadas Sneijder que volvió loco a toda la defensa culé, encontrando siempre la espalda de los dos laterales azulgranas, Alves y Maxwell. Eto’o y Maicon encontraban un agujero enorme por la izquierda azulgrana, pero su equipo terminaba las jugadas por la izquierda, donde Alves era incapaz de cerrar los espacios de su lado.
Las jugadas eran siempre las mismas. Pérdida innecesaria en el centro del campo, y en muy pocos toques llegada. Sin crear muchas ocasiones, pero si muchos sustos. Hasta que marcó Sneijder, culminado desde la izquierda una jugada iniciado por Eto’o. A partir del empate, el Barça desapareció por completo.
El descanso se llegó con uno a uno, pero con muy malas sensaciones. El Barça tenía la pelota pero muy atrás, en zonas intrascendentes. Arriba solo un inconmensurable Pedro se ofrecía todo el rato, pero Ibra estaba fuera de ritmo y Messi hacía el juego muy lento, conduciendo demasiado y siempre pidiéndola al píe.
Pero lo que se vio tras el descanso no fue mucho mejor. Al contrario la cosa empeoro sobre manera. El Barça perdió hasta la posesión. No daba lograba tener la pelota más de 10 segundos, perdiéndola muy cerca de su portería, haciendo que los ataques locales fuesen en muy pocos metros.
Así llegó el segundo gol, donde Maicon entró como un obús por la derecha del ataque y superó a Valdés desde el área pequeña. Poco después, Milito acertó a rematar un buen centro de Sneijder, provocando la locura de un afición que no se había visto en otra igual en más de 3 décadas.
Para remontar, y con 30 minutos por delante, Guardiola retiró a Ibra para dar entrada a Abidal. Un cambio impropio de lo que representa el Barça en el mundo y que no cambio nada el transcurso del partido. No hizo ningún cambio más, y el partido se jugó a lo que quiso Mou.
A punto estuvo de quemarse, pues en los últimos 10 minutos su equipo se hecho atrás, de forma exagerada, haciendo que las ocasiones azulgrana, inéditas en todo el partido, llegasen. Pique y Pedro tiraron del partido y apunto estuvieron de poner la eliminatoria mucho más apretada de lo que lo está ahora.
Y es que tocará remontada. De las gordas. Porque remontar al Inter dos goles es una tarea dificilísima, solo al alcance de un equipo que ha hecho tanto y tan bueno y bonito como el Barça. Aunque para hacerlo , debe alejarse del fútbol de las dos últimas semanas, Bernabeu incluido.
Porque ese no es el fútbol que el Barça hizo en Londres ( con el mismo equipo que hoy) o contra el Stuttgart, o en tantas y tantas ocasiones. Volviendo a las raíces, volviendo ahí, todo puede ser posible. Aunque sea muy difícil, aunque hoy el Inter haya sido mucho mejor hoy. Pero es posible, llegar aquí es mucho y por el camino se ha disfrutado tanto...
No sabéis que lejos está Madrid!!!
The Digital Garden.
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