Decía aquel que el fútbol es un estado de ánimo. Razón no le faltaba y más si esta frase la aplicamos al clásico que se avecina el próximo sábado.
Los 2 equipos llegan prácticamente igual en todo. Llegan empatados a puntos, con el goal average general prácticamente igual y con 2 jugadores franquicia bien diferenciados sobre el resto. Pero hay una diferencia que distancia a los 2 equipos; esa cosa no es otra que el mencionado estado de ánimo.
En un lado del ring tenemos al Real Madrid. Recuperado anímicamente del varapalo del Lyon que le ha permitido llegar igualado a puntos el sábado. Garantías suficientes para afrontar un partido de la magnitud de un derby.
Parecen transmitir seguridad y grandeza, pero nosotros detectamos algunos tics que nos dicen lo contrario.
Lo primero es que el entorno lleva vendiendo desde el lunes que el partido del sábado es un no va más.. que es un partido a vida o muerte.. lo han llegado a catalogar como “una final”.. no se han parado a pensar que el sábado a las 12 de la noche, todavía quedarán 21 puntos en juego.
De ahí extraemos un síntoma de debilidad clarísimo. Ven el partido del sábado como la última oportunidad de poder justificar este proyecto Florentino 2.0 y esos 300 kilos gastados. De perder, a pesar de esos 7 partidos restantes, vemos a toda la prensa madrileña tirándose sobre Pellegrini y volviendo a sacar nombres de entrenadores y jugadores para la próxima temporada.
El Madrid ha sido y será así toda la vida. Sin un rumbo concreto, sin un proyecto sólido al que aferrarse, y esta vez no sería una excepción. Por suerte para nosotros, dicho sea de paso.
La humillación europea y copera ha cargado al equipo merengue de una presión asfixiante que prácticamente le obliga a ganar esta Liga… esa necesidad y esa ansiedad por conseguir el triunfo es una losa que puede apretarles hasta ahogarles. Veremos como responden en el césped.
Al otro lado del ring está el Barça. Después de conseguir el billete a semifinales de la Champions, el ambiente que reina en el club condal es de total tranquilidad. Prácticamente no se ha empezado a hablar del clásico hasta hoy mismo. Primero porque el vestuario parece haberse comprometido a no hablar de ello hasta mañana, y segundo porque muchos todavía están boquiabiertos tras la exhibición de Messi.
Las sensaciones generales son buenas y contrariamente a lo que se respira en la capital, en Barcelona no se vive con el agobio de pensar en la posibilidad de la derrota. Salvo algunas mentes extremadamente pesimistas que piensan que ganando o perdiendo el Madrid será campeón, el sentimiento general es que pase lo que pase todo puede suceder en esas 7 jornadas restantes. Parece haber unanimidad en que el clásico si condicionará el devenir del campeonato pero que no lo decidirá definitivamente.
El Barça viene de ganar 3 títulos en esta 2009-2010 y después de haber hecho un récord absoluto en títulos, se ha metido en una semifinal europea y tiene las mismas posibilidades en Liga que el rival archimillonario.
Nos gusta porque no se ha presentado este partido como un todo o nada, como un ganar o morir. Eso ayudará al Barça a salir con más tranquilidad al tapete del Bernabéu.
2 estados de ánimo distintos para un mismo partido. Cierto es que con el balón en juego, todas estás líneas que hemos escrito serán papel mojado.. pero a las vísperas de un Madrid – Barça, no nos podíamos tomar el lujo de quedarnos callados.
¡ No sabéis las ganas que tenemos de que llegue el día!
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada