Existe una máxima en el fútbol que dice que el futuro de un jugador lo decide el mismo futbolista y que si uno quiere cambiar de aires, el que manda es el propio jugador.
Y eso es totalmente cierto. Si no, solo tenemos que fijarnos en Touré Yaya.
El centrocampista marfileño está viviendo las que probablemente sean sus últimas horas como jugador azulgrana. Yaya ha proclamado a los cuatro vientos, por boca de su representante, no sentirse satisfecho con el rol que ocupa ahora mismo en el vestuario dirigido por Pep Guardiola.
Este tema tiene una doble vertiente que nos gustaría analizar y dar nuestro punto de vista.
Por un lado están las ganas del futbolista de sentirse importante. Es lógico y comprensible que un jugador del calibre de Touré Yaya quiera tener más protagonismo. Lo cierto es que Pep Guardiola parece haber depositado la mayor parte de su confianza en Sergio Busquets, quien ha disputado 2419 minutos. Touré ha disputado 1542, con lo que la diferencia de minutos es evidente. Casi 10 partidos menos en toda una Liga.
Pero por otro lado está la gestión de esta situación. Touré ha permitido que por boca de Dimitri Selouk, su representante, se haya llegado a una situación de casi divorcio entre el club y el propio jugador.
Muchos dirán que ha sido el representante quien ha liado el asunto, pero el manager habla por boca de quien le paga y se entiende que todas las declaraciones y estrategias han sido aprobadas por el todavía 24 culé. No nos engañemos.
Y es una lástima, ya que hace exactamente un año, Touré renovaba. Le ha valido un año en el que no ha jugado lo deseado para pedir su traspaso.
A nuestro entender Touré no está teniendo paciencia y está dejando escapar la oportunidad de hacerse un jugador más grande de lo que ya es. Yaya es joven, y tiene un recorrido enorme como futbolista, pero si quiere irse y lo sigue proclamando a los cuatro vientos, el club debe enseñarle la puerta. Aquí nadie es imprescindible a pesar de que Seoluk se empeñe en vender a Yaya como el mejor del mundo.
A nosotros nos encante Touré, incluso si nosotros fuéramos Pep, Yaya sería el pivote titular, pero hay actitudes que no se pueden permitir y en las que hay que anteponer el club a los intereses particulares de cada jugador. Si quiere irse, la puerta es grande. Es una lástima, pero es así.
Eso si, por último, si Touré entra en a operación de Cesc, urgiría el fichaje de otro mediocentro defensivo.. pero eso da para otro post
15.000 EUROS DE VERGÜENZA
Pues si, resulta que las gracietas de la caverna acaban surgiendo efecto. Hoy se ha sabido que Pep Guardiola ha sido sancionado con 15.000 euros por haber llamado mentiroso al árbitro que pitó aquel Almería-Barça . El acta de ese partido no recogía lo acontecido en el terreno de juego y en la zona técnica, y por eso Pep lo denunció en la posterior rueda de prensa. El tono utilizado fue el habitual, correcto y educado, pero eso les ha servido al comité para llevar a cabo una cacicada sin precedentes.
Pep no miente.. Pep dice que Ibra no da un puñetazo como recoge el acta, sino una patada.. El acta también dice que Pep se dirige a Clos Gómez recriminándole que pita todo al revés y que no se enteraba de nada, cuando las cámaras de Cuatro recogen que lo único que dice es “LE HA EMPUJADO”.
Estamos hartos de ver a entrenadores llorando y rajando de lo lindo del estamento arbitral en las ruedas de prensa. Schuster, Camacho o Quique han sido tres de los muchos que han hecho declaraciones mucho más sancionables que las que hizo Pep en su momento.
Se está sancionando a la víctima y no al infractor. Veremos como opera este mismo estamento ante un ángel de la guarda como Mourinho. Se ha creado un precedente peligroso.. veremos que trato reciben los demás.
¡ No sabéis lo indignados que estamos ¡
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