La sociedad ha cambiado tanto en los últimos años y lo continua haciendo a una velocidad tal, que todos los expertos coinciden en señalar que una de las cualidades más apreciadas hoy en día es la inteligencia emocional, pues es un valor para medir si las personas tenemos o no la capacidad para adaptarnos a los cambios.
Y cambios son los que habrá en el F.C.Barcelona, si como parece el señor Sandro Rosell gana las elecciones y se proclama nuevo Presidente del club para los próximos años. Sabedor de ello, no ha nombrado durante la campaña la palabra cambio, consciente del miedo que su significado provoca en quien lo escucha.
Pero no hay que alarmarse. O sí, pero eso solo lo podremos saber una vez el nuevo Presidente comience a ejercer y podamos ver lo que aporta a un modelo que desde hace más de 22 años nos ha llevado a ser el equipo que más éxitos ha tenido en el deporte mundial, con un importante crecimiento de apoyo popular.
Porque está claro que si uno se mantiene inmóvil, corre un gravísimo riesgo de perder el tren de los éxitos y ser sobrepasado por la derecha por quienes luchan contigo por el éxito. Hay cosas, muchas tal vez, por cambiar, pero nos gustaría dejar claro aquello que consideramos indispensable para mantener el ritmo de títulos de estas dos décadas.
Por ejemplo, el nombre del director técnico es una cosa que no debe producir miedo el cambio. Txiki ha hecho un trabajo descomunal, pero pensar que solo él es válido es un error. En cambio lo innegociable es respetar las decisiones que provengan de él, dando tiempo y recorrido a sus propuestas e ideas, no cambiándolas según entre o no la pelota. Y las ideas y propuestas deben estar todas influenciadas bajo lo que se llama modelo Barça, que no es otra cosa que Cruyfismo, que no es más que el modelo de la Holanda de finales de los 60, principios de los 70.
Guardiola es el entrenador perfecto para el club, y queremos que este mucho años con nosotros. Pero antes Frank o Van Gaal supieron entender donde estaban y consiguieron éxitos siguiendo el mismo camino. Estamos seguro que en un futuro, otros entrenadores podrán conseguir lo mismo. Lo que no debería suceder es poner entrenadores con distinto perfil, no por malos, sino por no congeniar con lo que es intrínseco a la casa. Y los entrenadores podrán ganar o perder, pero se les debe dejar desarrollar un proyecto con tranquilidad y paciencia, no debiendo cambiar de técnico a mitad de año.
La cantera lleva también 20 años funcionando a pleno rendimiento, pero el cambio que ha dado desde los 90 a ahora es asombroso. Nuevos métodos, nuevas instalaciones, nuevos métodos de selección de jugadores, etc, han hecho que de sacar solo un tipo de perfil a abarcar prácticamente todos los puestos. Por lo tanto es lógico discutir si hacer o no Masías fuera de Barcelona, pues es cuestión de matiz y de ideas nuevas que intentan ser productivas. Lo que no debería ponerse en duda es el trabajado realizado, pues demostrado está es que el camino es el correcto.
Podríamos entretenernos en las secciones, y en discutir si deben financiarse o no, pero nunca decir que dejen de ser competitivas, a pesar de que pierdan dinero, pues es parte de la idiosincrasia del club. O discutir sobre la catalanidad o no del Barça. Discutir la manifestación de está es lógico, discutir la esencia es querer cambiar el club.
Por todo ello, nadie debe tener miedo al cambio. No cambiar, no mejorar es sinónimo de fracaso. En estos días que quedan de campaña y de debates, recomendaríamos al socio que aquel que diga de no tocar nada, lo tache de su lista. Que con aquel que diga de cambiar algo de lo esencial haga lo mismo.
Que aquel que diga que potenciará lo hecho, se fije si tiene alguna propuesta concreta para llevarlo a cabo. Si es así, esa sería la mejor opción. Si por el contrario, nadie encaja en lo último y todos en alguna de las dos opciones, entonces si sería el momento de tener miedo.
No sabéis cuanto nos jugamos el día 13!!!
The Digital Garden.
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