Cuando más se acerca el partido decisivo de España contra Chile, más crecen las dudas acerca el modo de afrontar el partido. Todo gira alrededor del estilo. Pero nadie define bien que es el estilo. Esto sucede porque en el éxito, todos contribuimos a la confusión, definiendo cada uno a su conveniencia el camino escogido por Aragonés para ganar la Eurocopa.
Desde Barcelona corrimos todos a decir que España había copiado el modelo Barça. Desde la meseta comenzó a decirse que España era el mejor equipo del mundo, el que mejor fútbol hacía, a través del tiki-taka. Del Bosque tenía la obligación de no tocar nada, pero…¿Cómo jugaba España?
Lo hacía llenando el centro del campo con 3 jugones, un tipo por detrás que barría todo lo que podía y se encargaba de dar el primer pase a los pequeños. Por delante acostumbraba a ver un hombre tirado en banda y un punta, aunque en muchas ocasiones se sacrificaba la banda poniendo a un 4 tocón.
Aragonés se vio obligado a tirar de los centrocampistas porque los extremos de aquella época habían fracasado reiteradamente en el intento de hacer algo. Joaquín era una calamidad, a Vicente le abandonó el físico, y Etxeberría agotó su fútbol. Entonces, con solo Cazorla como arma en banda y Villa como posible solución, Luís decidió usar lo que más tenía, o sea, a los centrocampistas.
Y ahí gente como Xavi, Cesc, Iniesta, Silva, Senna, Alonso, no tenían rival posible. Pero resulta que dos años después, España dispone de armas en banda mejores que la de entonces. Pedro, Navas, Mata y un Villa que ha aprendido a jugar pegado a la cal hacen goloso la opción de optar por jugar con extremos.
Pero, debería preguntarse Vicente si eso le da un extra respecto a los rivales. La respuesta es no. Extremos en los rivales hay muchos , y la diferencia respecto a los nuestros es casi inapreciable. Aragonés no renunciaba al juego por banda, ya que Ramos llegaba una vez sí y otra también y Capdevila aprovechaba cuando no jugaba Villa en punta para sumarse al ataque con frecuencia.
Ahora, con Navas o Pedro en la cal Ramos no sube y Capdevila ya no tiene fuella para subir constantemente. Pero ninguno de los dos está entre los 20 jugadores más desequilibrantes y decisivos del mundo. En cambio, si que lo están gente como Silva, Iniesta, Cesc y Xavi. Más allá del estilo, se trata de jugar con aquellos que hagan más fácil conseguir la victoria.
Si nos preguntasen a nosotros, diríamos que nos gusta más jugar con dos hombres abiertos, un pivote central y dos interiores. Pero si tuviéramos los hombres que tiene Del Bosque lo haríamos con el máximo de centrocampistas posible. Solo quitaríamos a uno para dar entrada hacer jugar juntos a Villa y Torres.
Pero ahora mismo, a Torres le falta un puntito para ser más decisivo que gente como Silva, Cesc o Iniesta, aunque igual dentro de una semana sucede al revés. Pero más allá de eso, Del Bosque debería decidirse entre lo que más le gustaría, que es bueno, o lo que más le conviene al equipo que es aún mejor.
Parece sencillo, pero no lo es, ya que ninguna de las dos vías son malas. Lo único que es malo es la indefinición. Y eso, la ausencia de estilo, del que sea, es lo que le ha pasado a España en los últimos tiempos.
No sabéis que ganas de enfrentarnos a Chile tenemos.
The Digital Garden
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