Hay leyendas que a pesar de saberse falsas, siguen siendo palabra de ley. A pesar de haber ganado este partido él, con el cambio de Llorente por Torres, Del Bosque seguirá siendo simplemente un figurante, que solo coloca a los 11 sobre el campo sin tener influencia en el juego. No duden que el partido este quedará en el olvido en breve, ocultado por aquellos en los que Vicente, como todo ser humano se equivoque.
Del partido se puede decir mucho. Quiso España demostrar las razones que le habían hecho ser favorita antes del Mundial y se adueñó de la pelota desde el pitido inicial. Cada posesión, además, era terminada con un disparo a puerta, lo que impedía a los portugueses lanzar la contra. Durante los primeros 15 minutos, el partido solo se jugaba en 30 metros, con todo Portugal cerca de su portero.
Pero con el paso de los minutos, a España le costaba hacer circular el balón de forma rápida. Se dejó de encontrar a Xavi, que partió más retrasado que en los anteriores partidos y que cuando entraba en juego el equipo lo notaba. Si le unimos que en la portería Casillas era lo más alejado a lo que se entiende por un portero seguro, podríamos tener las causas por las que Portugal se vino arriba, igualando el encuentro. Pero ahí apareció la figura de Busquets que sostenía al equipo, barriendo a un costado y a otro.
Por esa razón no se hicieron los portugueses dueños del balón, pero si que llegaban con muchísimo peligro. Varios chutes de media distancia los solucionó Casillas con inseguridad, que se veía aumentada cada vez que tenía que hacer de apoyo a los centrales ya que era incapaz de dar continuidad al juego de España, que se perdió en el toque horizontal, incapaz de encontrar los pasillos interiores hacia sus delanteros. Y cuando lo hacían, siempre terminaba en Torres, desafortunado durante el tiempo que estuvo en el campo.
Y es que a España le falto precisión en los metros finales. A Iniesta nunca culminaba el pase por 5 metros, Villa se frenaba en último regate o Torres en el primer control. Portugal acabó el primer tiempo sintiéndose cómodo sin balón y suelto sin él, aunque todas las acciones de gol llegaban por disparos lejanos desde fuera del área.
El segundo tiempo no cambió absolutamente nada, pero hubo una jugada que animó a Portugal a tirar las líneas más arriba. Hugo Almedia ganó una carrera de 30 metros a Pique, un hombre que hace 3 meses le ganaba un sprint a C.Ronaldo. Consciente de eso, Queiroz sacó a Danny por Almedia, para poner al madridista en punta. Pero Del Bosque toco la delantera, sacando a Llorente por Torres. Y acertó.
Al primer minuto de estar en el campo, Llorente casi marca un centro de Ramos. Después hizo de hombre ancla, combinando con Iniesta y generó otra ocasión de gol. A la tercera fue la vencida y una jugada de maestro entre Iniesta y Xavi( que hizo un taconazo espléndido para asistir al Guaje) la culminó, en el segundo intento, Villa dentro del área. Antes, Llorente había fijado a los dos centrales permitiendo que los dos pequeños del Barça tocasen libres en la frontal para encontrar a Villa.
Un solo cambio, un jugador que debutaba en el Mundial cambió la cara de España justo en el peor momento del equipo y cuando más creía Portugal de tener el partido donde más le convenía. No solo ayudó Llorente en ataque, lo hizó en defensa, robando muy arriba en las pocas ocasiones que los lusos tenían el balón en su control, haciendo que España se creciese e incrementase su dominió.
Ramos pudo sentenciar el encuentro en un disparo lejano que fue sensacionalmente detenido por Eduardo, el mejor de los portugueses. Acto seguido, Queiroz hizo cambios a la desperada, volviendo a C.Ronaldo a la banda, quien no dudo en mostrar su enfado con el banquillo por los continuados cambios de posición, recordando a su entrenador lo que había dicho días antes, que no le gustaba jugar de 9.
A medida que el físico español estaba más al límite, más aparecieron Xavi e Iniesta, que dieron un recital tremendo de lo que es control del balón, moviéndola con sentido y creando peligro, ya que Villa pudo hacer el segundo con un chute desde el carril del 11, después de mover la pelota con un rondo por todo el campo . A su espalda, crecía todavía más Busquets, que era el tercer central en defensa y el primer pase siempre en ataque.
Solo en los últimos 5 minutos, Portugal acorraló a los españoles a base de balonazos, encerrándolos alrededor de Casillas. Pero la expulsión de Ricardo Costa por un bofetón a Capdevila terminó con la ilusión de los de Queiroz, que veían como en caso de empatar, tenían que aguantar 30 minutos más con uno menos. Con Pedro y Marchena en el campo España terminó el partido encerrado pero sin agovios, certificando el pase merecido a cuartos de final.
Una etapa a la que se llega habiendo dando el nivel esperado solo en momentos puntuales, sin la belleza y plasticidad del camino hacía Sudáfrica, pero con la misma seguridad y confianza que hace dos años en Austria. Entonces había chispa, ahora no. Aunque quizá con el recurso de Llorente hay más opciones en ataque que antes. Veremos que pasa contra Paraguay, la Italia de América.
No sabéis que cerquita estamos
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