No pudo ser, en un final épico, con prórroga el Caja Laboral se ha proclamado por tercera vez en su historia con la ACB. Y la manera como ha sido derrotado este equipo es para que todos estemos orgullosos de ellos y los recordemos como se merecen. Como unos grandes de verdad. Gracias es poco por todo lo que nos habéis dado. Sois grands.
Al contrario de los dos primeros encuentros, el tercer choque comenzó con los ataques dominando a las defensas. Ninguno de los dos equipos era capaz de contener las individualidades que tenía enfrente. Ricky y Marcelinho mandaban a los suyos de manera magistral. Pero Ricky cometió dos faltas en menos de 5 minutos y a partir de ahí el Caja Laboral dió un paso al frente y poco a poco fue haciendo diferencias.
En ataque continuaba anotando con facilidad, pero no el Barça. Sin Ricky en cancha y sin la presencia efectiva de Navarro, a los visitantes se les hacía de noche en la pintura, ya que ninguna de sus hombres altos era capaz de superar la defensa de Splitter, Teletovis y Eliyahu. Así, a poco de iniciarse el segundo cuarto, el equipo de Ivanovic tomó 8 puntos de ventaja.
La sensación que reinaba en cancha era que el Barça continuaba sin encontrar los biorritmos naturales de todo el año, ya que siempre iba a remolque de lo que proponía el Baskonia. Entonces volvió a pista Ricky y con el la fluidez en ataque, pero las distancias se mantenían porque el Barça no encontraba nunca la manera de detener a Eliyahu, que una y otra vez leía perfectamente la defensa culé.
Quizá por ello Pascual volvió a ordenar una defensa zonal 1-2-2, como hizo en algunos tramos del primer cuarto. Desconcertó algo al ataque local, permitiendo que gracias al acierto de Pete en ataque el Barça se pudiese acercar en el marcador, llegando al descanso a 5 puntos de desventaja, con todas las opciones intactas, pero con un panorama que no había cambiado nada con lo visto en el Palau.
Parecía que cambiaría en el tercer cuarto. El Barça sujetó desde el inicio los ataques baskonistas, forzando pérdidas de balón y tiros incómodos. La defensa al hombre se intercalaba con la zona. A pesar de que las ventajas se mantenían en los mismos guarismos, ya se asemejaba más al Barça de toda la temporada. Pero sin el acierto exterior resultaba muy difícil ponerse por delante en el marcador.
Lo consiguió a la cuarta oportunidad , con tres tiros libres de Navarro, que comenzaba a anotar con regularidad, aunque seguía desacertado en el lanzamiento de tres. Con esa diferencia se entró en el último cuarto, con un Barça que se había hecho con los mandos del partido, pero obtiendo quizá menos rédito de lo que sería aconsajable, ante un rival como el Baskonia.
Y todo el trabajo de un cuarto se tiro en un minuto. Dos pérdidas de balón en los dos primeros ataques volvieron a dar a los locales ventaja en el marcador. También volvieron los errores no forzados de los de Pascual, que combinados con el desacierto de 3, posibilitaban que el Baskonia se mantuviese por delante. Y es que con 3 aciertos de más de 20 intentos desde 6,25, muchos de ellos sin oposición es imposible pretender ganar.
Consciente de ello Ivanovic utilizó una zona, algo inaudito en él. El Barça no la rompió al principio y en ataque Elyahu ampliaba las ventajas de los suyos, que llegaron a los últimos 5 minutos de partido con 5 puntos de ventaja. Pero cuando se tira tantas veces solo, lo normal es que si eres bueno la metas. Lo hicieron Sada y Lorbek, poniendo a su equipo a 1, a tan solo 2 minutos del final.
De nuevo un final apretado, de aquellos que tan poco está acostumbrado a jugar el Barça en todo el año. Desaprovechó un ataque para ponerse arriba. Entonces un triple fallado por Lorbek y un balón perdido por Ricky con dos abajo seguido de un triple anotado por Marcelinho rompieron el partido. O lo parecía...Porque si delante tienes a Navarro que te anota un triple brutal, a Ricky que roba un balón a Morris que hace un mate desde 3 metros y un tapón descomunal, hace que lo imposible sea posible y el partido llegue a la prórroga.
Pero ni con 5 minutos extras pudo el Barça hacerse con el partido. Decisiones equivocadas en cada uno de los ataques, mientras el Caja Laboral de la mano de Splitter cogía 4 puntos de ventaja, que pronto igualó el Barça por medio de Morris y Navarro. Describir todo lo que pasó hasta el final requeriría las mísmas líneas que las que han leído hasta ahora. Al final, fue San Emeterio quien le dió la Liga al Caja Laboral con un tiro libre con solo 5 décimas para jugarse.
El mejor equipo de la final la ha ganado, la pena es que el Barça no ha estado al nivel. De nada sirve hablar que hubiese pasado de ganar hoy. No se ha hecho y ya no hay marcha atrás. Desde luego, a este equipo y a este entrenador no se les puede reprochar nada. Gracias chavales. El año que viene más y mejor.
No sabéis como nos hemos quedado!
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