dilluns, 21 de juny del 2010

COPA DEL MUNDO 2010: ESPAÑA 2 - HONDURAS 0




 
Segunda etapa del periplo mundialista de la selección española en Sudáfrica, ante su similar de Honduras. En un partido en el que se esperaba que España se lavara la cara, si acaso se lavó los dientes; ya que de la deseada mejoría respecto al gris desempeño en el batacazo ante los suizos, se vio poco. El resultado se antoja corto para el dominio aplastante que tuvo la Roja durante largos tramos del partido y para las urgencias que impone el grupo, dado que el triunfo de Chile exige de España una victoria en el tercer juego, justamente ante los sudamericanos, para clasificar sin depender demasiado de lo que haga Suiza ante Honduras... y aún así, habrá que poner atención a lo que pase en el partido entre helvéticos y catrachos.
 
Empezó este partido con una España lanzada al ataque, con la evidente intención de no dejar para más tarde la conquista de los tres puntos. La fórmula de la Roja fue esta vez, sin embargo, distinta a la que el mundo futbolero degustó hace dos años en la Euro 2008, ya que a diferencia de un mediocampo poblado de jugones, el técnico Del Bosque plantó un 4-3-3 muy rígido, donde Busquets hizo de volante de contención (a la antigua, sólo para marcar y recuperar balones), mientras Xabi Alonso fungió de mediocentro, pasando balones a los dos extremos: Navas por derecha y Villa por izquierda; mientras Torres hacía de centrodelantero y Xavi de "enganche".  Así, España buscó imponer un ritmo muy alto de circulación de balón, aunque con poca fantasía, ya que se buscó el pase largo en cambio de juego para el desborde de los extremos y que éstos desbordaran o tiraran centros a la olla. En esas funciones, Navas estuvo desafortunado, muy poco preciso en los centros y el regate, siendo Sergio Ramos el que llevó más peligro y desborde al atacar por ese lado, aunque al estilo Sergio Ramos... pasado de revoluciones. Xavi no intervenía en el juego pues sólo veía pasar balonazos en largo por encima de su cabeza, y fue Villa el que con atrevimiento y gambeta rompió el esquematismo del juego español hasta lograr el primer gol, en una jugada en que se sacó de encima hasta tres marcas y remató cruzado, cayéndose, para vencer la estirada de Valladares; eso, tras dos oportunidades en que su remate primero se fue arriba por poco y luego estremeció la cabaña del meta hondureño.
 
Los centroamericanos, mareados y superados totalmente, sólo atinaban a agrupar gente en su área, pero sin ejercer una buena marca ni mucho menos presión sobre el hombre que llevaba la pelota. Una y otra vez fueron desbordados por Villa y permitieron los (malos) centros de Navas y Ramos, y las escasas ocasiones que pillaron el balón, sus contragolpes se desvanecían rápidamente debido a la imprecisión en sus pases y la escasez de efectivos con que incursionaban en terreno rival. Sin embargo pudieron empezar a respirar, ya que España bajó la velocidad tras el gol y aunque la Roja tuvo más oportunidades de gol, sobre todo un par de ellas desperdiciadas en las botas de Fernando Torres (quien hoy definitivamente no tuvo su día), se llegó al descanso con la impresión de que no habría goleada.
 
Y no la hubo. En el segundo tiempo, Honduras quiso sacudirse del sofocante dominio europeo haciendo ingresar un tercer delantero a la cancha, y por escasos minutos pareció que podía meter en apuros a la parte baja española. Pero España pilló de nuevo el balón y con poco brillo, ateniéndose al desempeño individual de sus figuras más que a un juego colectivo como el que se esperaba de ellos, encontró el segundo gol en un nuevo remate de Villa, esta vez encontrando un balón en la frontal del área y rematando con potencia para hacer inútil el tímido esfuerzo de defensas y portero hondureños. Cualquiera habría esperado una reedición del festín anotador que unas horas antes se dio Portugal con Corea del Norte, pero al contrario: con el gol se acabó la Roja, no porque Honduras entrara de nuevo al partido, sino porque ya haya sido conscientemente o no, la selección española perdió su dinamismo, y con cada cambio que hizo Del Bosque (Cesc por Xavi, Mata por Torres y Arbeloa por Ramos), fue diluyéndose más y más en un juego anodino de mucho toque impreciso y poco peso en la ofensiva. Aún Villa tuvo la opción de aumentar la cuenta desde el punto de penal, pero su toque se fue muy ancho; y Cesc también encontró su oportunidad tras driblar al portero y chutar para que desde la línea un defensa hondureño la sacara.
 
Queda la sensación de que debieron haber caído más goles a favor de España, pero también, de que a la receta que trajo Del Bosque a Sudáfrica le falta sazón y variedad, y así la Roja no está para banquetes sino para ir matando el hambre. Ya se verá si se supera el escollo de la tercera jornada, ante una selección chilena que llega muy motivada y convencida de su propuesta futbolística, y luego, si el camino hacia la final, en la fase que no admite fallos, llega hasta el Soccer City o se queda una vez más en la decepción y la amargura de una actuación mundialista insuficiente.
 
No sabéis con qué ganas quedamos de ver el buen fútbol de la Roja. 
 
R.I.P. salvando las papas @ The Digital Garden.   X-D 


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