dimecres, 6 de juny del 2012

Final ACB 1 partido: F.C.Barcelona 81 - Real Madrid 80: ORGASMO MILAGROSO




Milagrosa victoria del Barça que en un escenario similar al último partido liguero entre ambos, se llevó la primera victoria de la Final. Lo hizo cuando a falta de 10 minutos para el final, los aficionados que no llenaron ni de lejos el Palau temían un 0 a 3. Pero Navarro, Pete y Lorbek, con la suerte de Marcelinho hicieron posible la proeza. Al final 81 a 80.


Desde el inicio del partido se pudo ver lo que han venido siendo los dos equipos a lo largo del año. Los locales jugando a tirones, dependiendo de sus individualidades y sin un juego colectivo claro en ataque. Los blancos lucieron su velocidad constante y su acierto desde el perímetro.


Las armas de los de Laso se impusieron a las de Pascual y durante toda la primera mitad mandó el Madrid en el marcador. Con diferencias que poco a poco se iban aumentando. Su ritmo anotador era regular. Primero Tomic, luego Singles y después Carroll tiraron del equipo, aprovechándose de los espacios que generaba la buena circulación de balón de sus compañeros.


En el Barça solo Lorbek y Pete veían el aro con facilidad, pero era insuficiente, ya que en defensa el Barça era incapaz de encadenar más de 3 buenas defensas que dejasen sin anotación a su rival. Aunque con Llull el Madrid jugase mejor que con Rodríguez, la verdad es que los bases blancos siempre encontraban la manera de hacer daño en ataque.


La aportación en la pintura de Tomic, permitió a los tiradores del Madrid tener más espacios para armar el brazo desde el exterior, haciendo dos  errores desde la línea de 3 en los primeros 20 minutos de 6 lanzamientos.


Así, con todos estos ingredientes el Madrid se fue a los vestuarios con 6 puntos de ventaja. Una renta inferior a los méritos que se estaban viendo en la cancha. La diferencia en valoración era abismal. 32 a 57 para los de Laso. Solo el marcador era ajustado, ni juego ni sensaciones eran parejas.


Tras la reanudación el Madrid rompió el partido. A la que desaparecieron Lorbek, Pete y Navarro en ataque, los de Laso con su fluidez anotadora consiguieron rápidamente ventajas de 15 puntos, que destaparon las alarmas del Palau, que mostraba su nerviosismo con abucheos a alguno de sus jugadores.


El Barça se fue por completo del partido. Más pendientes de los colegiados que del juego, recriminándose acciones los unos a los otros. Los bajos se bajaron en defensa y solo la casta del trío de estrellas culés mantenía con vida al equipo, a quien ni una técnica al banquillo los enchufó.


Pero como siempre decimos, si en tu equipo está Navarro, todo es más fácil. Comenzó a meter canastas como quien no quiere la cosa. Parecía maquillaje, ya que Carrol solía encontrar respuesta. Ni siquiera con Eidson jugando de base el equipo se lograba encontrar canastas productos del juego.


Las que metían era por la calidad que tienen Lorbek y Pete, quienes con su esfuerzo en las dos canastas, hicieron que el equipo llegase con algunas opciones a los últimos 5 minutos de partido. Ahí, tomo las riendas Navarro, que apoyado por la defensa del Barça, obro el milagro. Porque solo así puede llamarse a lo ocurrido en el Palau.


Un triple estratosférico de Navarro levantó al Palau que veía como su equipo empataba el marcador cuando faltaba menos de un minuto. Ahí, Marcelinho que estuvo a punto de ser verdugo  fue el héroe de la noche. Con 2 abajo y pelota para el Madrid, Llull agotó la posesión y erró el tiro.


El rebote fue culé, quedaban 4 segundos y Marcelinho cruzó el campo, y desde 8  metros tiró un triple sobre la bocina que encendió al Palau como pocas veces se recuerdan. Tiempo habrá para hablar de lo que significa la victoria culé, pero estaría bien que la euforia no impida a quien deba sacar las conclusiones necesarias para no necesitar un milagro para ganar dos partidos más de la serie.


No sabéis que poca fe teníamos!!!


The Digital Garden.



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