Gane el Barça, que es lo que deseamos, o gane el Madrid, quien de verdad va a salir reforzado de estos cinco partidos será el deporte de la canasta. Una serie extraordinaria, llena de matices y de momentos de un juego precioso. Si no se sabe aprovechar este tirón, es que el Basket no tiene solución. Hoy ganó el Barça, dejándose la posibilidad de ganar la Liga en el Palau, ante su gente.
Pascual decidió hacer un cambio radical en el planteamiento de su equipo para intentar alargar la serie hasta el Palau. De entrada, planteo una defensa zonal durante todo el primer cuarto, intercambiándola con individual y mixta en el segundo, consiguiendo también proteger a sus hombres altos, ya que N’Dong no pudo jugar y el técnico culé solo podía contar con 3 pívots.
La zona obtuvo en la primera mitad su objetivo. El Barça, pese a dar siempre la sensación de costarle más anotar que al Madrid, era quien imponía el ritmo del partido, no dejando correr nunca al Madrid, ya que conseguía controlar el rebote en las dos canastas, haciendo que casi todos los ataques blancos fuesen en estático.
En ataque, Marcelinho era el amo y señor del equipo, dando la impresión de jugar más suelto que otras veces. Así, el pase extra volvió a verse después de mucho tiempo en el Barça. De esta forma los espacios para tiros abiertos llegaron y esta vez estuvo acompañado por el acierto. Lorbek y Wallace machacaron al Madrid desde el la línea de 6,25 y dieron las primeras ventajas amplias al Barça.
Pero estas ventajas desaparecieron con la segunda oleada del Barça en pista. Sin Pete, ni Lorbek, ni Marcelinho en la cancha, el Madrid tomó el mando del partido gracias al acierto de los hombres altos en la pintura. Sin embargo, esta vez el Barça no se salió del plan, continuó con la misma forma de jugar en las dos canastas y sin desesperarse, llegó al descanso con 5 puntos de ventaja, 34 a 39.
Estaba por ver como acusaría el cansancio el Barça, ya que solo tenía 10 hombres disponibles y Eidson que no contó para Pascual en todo el encuentro. Pareció acusarlo por momentos, aunque la casta y mentalidad de unos jugadores que tocaron fondo en el tercer partido les permitió ganar el partido y jugársela todo o nada en el Palau.
La zona que era la defensa principal en la primera mitad, pasó a ser una arma secundaria en los dos últimos cuartos, aunque terminó siendo decisiva. Cuando el Barça la usaba, el Madrid buscó penetrar y encontró a Tomic y Velickovic como vías para anotar. Cuando la defensa era individual, nadie anotaba para los de Laso, ya que el acierto de los locales en el tiro fue nulo.
En ataque el Barça comenzó con el Navarro sistema. Aclarados para el 11 culé. Éste estuvo inspirado y dio las primeras ventajas superiores a los 10 puntos para su equipo. Cuando las fuerzas o el acierto le fallaron a Navarro, apareció un Lorbek espectacular, anotando de todas las maneras posibles y desquiciando a todos sus defensores.
El Madrid veía que cuando se acercaba al Barça siempre tuvo respuesta de su rival. Siempre. Los bases cules se impusieron en todo momento a los blancos. Primero Marcelinho en ataque. Y cuando no podía parar en defensa a Sergio, salió Sada que ahogó a los dos Sergios, permitiendo que su equipo llegase a falta de dos minutos a 11 puntos de ventaja.
A punto estuvo de verse un nuevo milagro en la serie. En 40 segundos, Mirotic anotó 6 puntos que pusieron el miedo en el cuerpo al Barça. Tuvieron sus oportunidades en esos 60 segundos, pero los tiros no entraron y el Barça de la mano de Lorbek sentencio el partido silenciando el Palacio de los Deportes.
El 75 a 81 final es fiel reflejo de lo que pasó en el campo. Un Barça limitado pero en su máxima expresión, sufrió para ganar a un Madrid con poco acierto y con miedo a ganar en muchas fases del partido. Está siendo una final fantástica, con el Madrid mejor en 3 partido y el Barça en 1. Ahora, el triple de Marcelinho adquiere mucho más valor. El sábado a las 10 veremos si pasa a los libros de oro de la historia de la sección.
No sabéis como hemos sufrido!!!
The Digital Garden.
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