Que el caso Cesc iba a ser el culebrón del verano no ha debido sorprender a nadie. Pero que alrededor del mismo haya tanta gente haciendo el ridículo día sí día también sí que era menos previsible. Y es que analizando todo lo que está en el entorno del fichaje de Cesc uno puede llegar a entender los motivos que han llevado al mundo del fútbol al borde de la quiebra.
Resulta chocante como un jugador renueva un contrato rechazando una oferta de un club y al cabo de tres años este presionando para romper lo que firmó para poder ir al mismo club que le quería fichar hace 3 años. Eso sí, todo para poder cumplir un sueño desde niño, del cual se debió olvidar cuando firmó la ampliación de contrato.
Aún más impactante es comprobar cómo desde los medios de comunicación es prácticamente imposible leer reflexiones contra el jugador, llegando incluso a pedir que presione para marcharse convirtiéndole en la víctima de todo el proceso y acusando al Arsenal y su entrenador de malvados.
Y petrificado se queda uno cuando comprueba que los mismos que dicen esto son los que critican las mismas actitudes cuando el jugador que se enroca lo hace para marcharse al Real Madrid, siendo el club blanco el malvado y oscuro club que no tiene miramientos en fastidiar a terceros para conseguir sus objetivos.
Sinceramente cuesta entender tanto cambio de actitud en Cesc. Cuando era un adolescente, momento en el que ha reconocido que soñaba con triunfar en el Barça, se marchó del club. Cuando años más tarde el Barça lo quería, decide ampliar el contrato. Ahora, se desdice de lo renovado y quiere marcharse ya que parece haber recordado que su sueño inicial era jugar en el Barça.
Pues no. Alguien tiene que decir que lo que quiere el jugador es ganar títulos. Ni más ni menos. Y está en su derecho de quererlo, faltaría más. Ve que los puede ganar en el Barça y usa el arma sentimental para venir. O de verdad pensamos que si en el Arsenal llevase 3 Champions en 5 años y el Barça llevase 6 años sin títulos la situación sería la misma. Deberíamos pensar que sí, pues el jugador ha dicho que era su sueño. Pero ¿alguien se lo cree?
El Arsenal está en su papel y hace un bien enorme al fútbol en mantenerse firme. Con unos sueldos muy por encima de lo que se produce por el espectáculo que ofrecen los futbolistas y que han llevado a la ruina a los clubs, éstos no pueden consentir que los contratos solo sirvan cuando un jugador fracasa y que sean papel mojado cuando el jugador triunfa.
Sin entrar en sí nos parece bien o mal el fichaje, todo el problema radica en unos cuantos millones arriba o abajo. A nosotros nos enseñaron que quien algo quiere algo le cuesta. A cualquiera le resultará verosímil que la ficha de Cesc este alrededor de los 7 millones de euros y que el contrato será de unos 5 años. ¿ Es mucho sacrificio pedirle a Cesc que cobre 5 por año? Esos 10 que se ahorraría el club serían los que irían al Arsenal y se terminaría el problema.
¿Qué es demagogia? Muy posiblemente, pero aquí el primero en usarla ha sido Cesc. Y pregúntense a ustedes mismos que estarían dispuestos hacer para cumplir un sueño. Bien, Cesc puede cumplir el sueño de su infancia cobrando 5 millones de euros al año. No está mal como sueño no.
No sabéis cuanto nos cuesta entender el tema Cesc!!!
The Digital Garden
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